En ‘Smoke’, la película de Wayne Wang escrita por Paul Auster, el dueño de un estanco en Brookyln fotografía todos los días, a la misma hora, la esquina de enfrente desde la puerta de su local. El lugar siempre es el mismo y el resultado siempre distinto. En otro distrito de Nueva York, una almeriense, Natalia Lorca Ruiz (Cuevas del Almanzora, 1987), recoge con su cámara lo que ve cada día desde que sale del metro y va caminando hacia su trabajo en un estudio de arquitectura. A esa hora en la que la ciudad que nunca duerme comienza a desperezarse. Y luego a la inversa, cuando la oscuridad cae pero la vida no se apaga. El resultado es una Nueva York a pie de calle, más terrenal que soñada, donde las sombras de los viandantes danzan con el asfalto. Una ciudad siempre marcada por la urgencia pero en la que siempre hay alguien, ajeno a la banda sonora de cláxones y carreras contra el reloj, capaz de disfrutarla. “He intentado huir de las perspectivas típicas y mostrar lo que me encuentro cada mañana. Según donde mires puedes ver de todo”, cuenta desde Cuevas antes de volar de nuevo a Estados Unidos. Un regreso por Navidad que le ha servido para presentar a sus vecinos su primera exposición, ‘Secreto a luces’, en el Centro de Arte Villa Anita.
Toda la serie, en la que además recoge instantáneas de sus viajes por otros rincones de Estados Unidos y por países como Jordania, es en blanco y negro. “Me gusta disparar muy temprano o muy tarde para buscar los contrastes: el de la sombra del sol por la mañana y el negro de la noche”.
A diferencia del estanquero de ‘Smoke’, ella nunca elige la misma hora pero sí anota el día y el momento exacto de cada imagen: la Séptima Avenida a las 13.49 horas del 25 de marzo de 2015, Midtown a las 9.07 horas del 23 de septiembre de 2016. “Cada una representa un momento único. Minutos más tarde, cuando el semáforo ha cambiado, sería algo totalmente diferente”.
Tras estudiar Arquitectura en la Alfonso X, un año de Erasmus en Roma y su proyecto de fin de carrera, Natalia Ruiz invirtió un año en viajar: cuatro meses en Australia, cuatro en Los Ángeles, cuatro en Nueva York. Lo de la capital del mundo iba a ser “algo temporal” pero ya lleva cinco años. En este tiempo ha trabajado en un estudio con el que levantó un hotel en Manhattan y ahora ejerce como arquitecta de interiores.
La fotografía (casi 11.500 seguidores en Instagram) complementa su profesión; dos mundos que terminan por confluir. A veces, ella es la modelo anónima de autorretratos que dan movimiento a líneas estáticas. “Soy arquitecta, es inevitable buscar la simetría”, dice, como en esa imagen del Puente de Brooklyn (15.38 horas, 10 de abril de 2016) en la que la que una telaraña de hierros conduce, en punto de fuga, hacia la bandera de la barra y las estrellas. Como emigrantes en busca del eterno sueño americano.
Más sobre la autora en www.natalialorcaruiz.com y en Instragram: @Natalia_Lorca.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/5/vivir/144808/sombras-de-nueva-york