Evaristo Martínez
18:41 • 03 sept. 2011
E s esa hora ‘bruja’ en la que el desayuno más bien tardío coquetea con la caña tempranera: dos señoras discuten de buen rollito quién paga la ración de churros mientras en la mesa de al lado cuatro jóvenes inician el que se aventura un largo fin de semana de salitre y risas. A la vista de lo que le espera -viaje relámpago a Málaga para ayudar a una amiga con las compras del Ikea y, a la vuelta, madrugada encerrado en su estudio de grabación-, Sergio Núñez opta por una ‘sin’ y un contundente chérigan de atún. “Para los músicos no hay fines de semana. Los trabajos vocacionales, como el vuestro de periodista, tienen eso: si tienes la suerte de dedicarte a lo que te gusta ya es suficiente”.
Y a él le encanta lo que hace, trabajar en la música tocando varios palos: es cantante pero también produce, hace videoclips, arreglos, grabaciones de conciertos... “Los tiempos están difíciles, así que gracias a Dios es la única forma en que puedes compaginarlo todo. Los conciertos tienen su temporada, normalmente primavera y verano, y en invierno hago otros trabajos”, cuenta. Y cita, como ejemplos, a Clasijazz y la Orquesta Ciudad de Almería: de hecho se encargó de grabar la actuación de la OCAL y Tomatito que cerró la Feria. “Fue una pasada y me gustaría que se les apoyara más. Una sinfónica es algo muy costoso pero es el gran exponente de la ciudad, más ahora que el clásico vuelve a estar de moda”.
No cabe duda de que es un tipo completo, más de lo que en ocasiones hemos mostrado los medios, que solemos presentarle como cantante de boleros. “Mi primer disco, ‘Canciones de amor’, es muy romántico. Es una música que se está dejando un poco al margen. Todo el mundo en algún momento está enamorado y otros lo están toda la vida”.
¿Y cuál es la clave de un buen bolero, el ingrediente que lleva condimentando los momentos íntimos de varias generaciones? “Los buenos boleros tienen poca letra y mucho sentimiento. La gente que escribe música hoy día mete muchísima letra, a veces no cabe en el libreto del disco (risas). Sin embargo, los boleros de antes son sencillísimos: ‘Sabor a mí’, ‘Si tú me dices ven’, ‘Bésame mucho’... Hay gustos para todo pero lo que me encanta de un bolero o de una música romántica es que tenga una letra sencilla. Al final es lo que entiende todo el mundo, que no haya que estudiar la letra para entender lo que se dice: los virtuosismos no funcionan en la música”.
Aunque aún no ha podido presentarlo en su tierra (“espero poder hacerlo muy pronto”), Núñez ha defendido con mucho éxito esas ‘Canciones de amor’ en las Canarias. “El disco lo grabé allí y se presentó allí, ya que el compositor, la productora y los músicos son canarios”. Una tierra que, además, tiene devoción por el género. “Aquí en Andalucía sería el flamenco lo que está más arropado por las instituciones y los medios. En Canarias pasa lo mismo con su folclore, que es muy cercano al venezolano, al cubano, al latinoamericano, y que incluye el bolero, muy vinculado a su raíz. Los canarios son emigrantes y han tenido también mucha inmigración de esos países, ese es el vínculo. Por ejemplo, el tratamiento que tienen allí Los Sabandeños es tremendo: los cuidan, los miman, los quieren, tocan en todas las islas”.
Esa misma veneración hacia el bolero y la música melódica ha podido observarla en México, de donde acaba de regresar de una pequeña gira. “He hecho tres conciertos (en Guadalajara, Colima y Guajaca), diez televisiones y un montón de medios: continuaremos después de noviembre a febrero en Puebla, Veracruz, Puerto Vallarta...”.
El salto al continente americano puede suponer un gran impulso a su carrera. “En Colima iba con Juan Pablo Manzanero, hijo de Armando, y ese será mi próximo proyecto: ambos producirán el disco con canciones de su padre, duetos...”. La ilusión se refleja en sus ojos. “Armando Manzanero es lo máximo, casi todos los boleros más conocidos son suyos. De momento es un proyecto pero Dios quiera que se pueda hacer”.
Tras desvelar con mucha timidez que además de su perfil oficial en Facebook ha d
Y a él le encanta lo que hace, trabajar en la música tocando varios palos: es cantante pero también produce, hace videoclips, arreglos, grabaciones de conciertos... “Los tiempos están difíciles, así que gracias a Dios es la única forma en que puedes compaginarlo todo. Los conciertos tienen su temporada, normalmente primavera y verano, y en invierno hago otros trabajos”, cuenta. Y cita, como ejemplos, a Clasijazz y la Orquesta Ciudad de Almería: de hecho se encargó de grabar la actuación de la OCAL y Tomatito que cerró la Feria. “Fue una pasada y me gustaría que se les apoyara más. Una sinfónica es algo muy costoso pero es el gran exponente de la ciudad, más ahora que el clásico vuelve a estar de moda”.
No cabe duda de que es un tipo completo, más de lo que en ocasiones hemos mostrado los medios, que solemos presentarle como cantante de boleros. “Mi primer disco, ‘Canciones de amor’, es muy romántico. Es una música que se está dejando un poco al margen. Todo el mundo en algún momento está enamorado y otros lo están toda la vida”.
¿Y cuál es la clave de un buen bolero, el ingrediente que lleva condimentando los momentos íntimos de varias generaciones? “Los buenos boleros tienen poca letra y mucho sentimiento. La gente que escribe música hoy día mete muchísima letra, a veces no cabe en el libreto del disco (risas). Sin embargo, los boleros de antes son sencillísimos: ‘Sabor a mí’, ‘Si tú me dices ven’, ‘Bésame mucho’... Hay gustos para todo pero lo que me encanta de un bolero o de una música romántica es que tenga una letra sencilla. Al final es lo que entiende todo el mundo, que no haya que estudiar la letra para entender lo que se dice: los virtuosismos no funcionan en la música”.
Aunque aún no ha podido presentarlo en su tierra (“espero poder hacerlo muy pronto”), Núñez ha defendido con mucho éxito esas ‘Canciones de amor’ en las Canarias. “El disco lo grabé allí y se presentó allí, ya que el compositor, la productora y los músicos son canarios”. Una tierra que, además, tiene devoción por el género. “Aquí en Andalucía sería el flamenco lo que está más arropado por las instituciones y los medios. En Canarias pasa lo mismo con su folclore, que es muy cercano al venezolano, al cubano, al latinoamericano, y que incluye el bolero, muy vinculado a su raíz. Los canarios son emigrantes y han tenido también mucha inmigración de esos países, ese es el vínculo. Por ejemplo, el tratamiento que tienen allí Los Sabandeños es tremendo: los cuidan, los miman, los quieren, tocan en todas las islas”.
Esa misma veneración hacia el bolero y la música melódica ha podido observarla en México, de donde acaba de regresar de una pequeña gira. “He hecho tres conciertos (en Guadalajara, Colima y Guajaca), diez televisiones y un montón de medios: continuaremos después de noviembre a febrero en Puebla, Veracruz, Puerto Vallarta...”.
El salto al continente americano puede suponer un gran impulso a su carrera. “En Colima iba con Juan Pablo Manzanero, hijo de Armando, y ese será mi próximo proyecto: ambos producirán el disco con canciones de su padre, duetos...”. La ilusión se refleja en sus ojos. “Armando Manzanero es lo máximo, casi todos los boleros más conocidos son suyos. De momento es un proyecto pero Dios quiera que se pueda hacer”.
Tras desvelar con mucha timidez que además de su perfil oficial en Facebook ha d
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