Martín Cuenca recibe un homenaje en Granada

El Festival de Jóvenes Realizadores de Granada ha incluido en la edición de este año un homenaje al cineasta almeriense Manuel Martín Cuenca, de quien se han proyectado sus tres largometrajes de ficción: ‘La flaqueza del bolchevique’, ‘Malas temporadas’ y ‘La mitad de Óscar’.

El director y guionista acudió ayer a un encuentro con los medios acompañado de Rafael Rodríguez Tranche, miembro del jurado del Festival -con quien por la tarde participó en un debate en torno a ‘La mitad de Óscar’-, Joaquín Abrás, coordinador del área de Cultura de la Diputación de Granada, y Emilio Egea, director del Festival Internacional de Jóvenes Realizadores de Granada.

“Me siento muy honrado de estar en Granada por varios motivos: por estar presente en un Festival por el que han pasado grandes figuras del cine español, y por ser Granada mi segunda casa, en la que pasé mi infancia, adolescencia y parte de juventud”, declaró Martín Cuenca, que quiso animar a los nuevos talentos: “Si os apasiona el cine hay que entregarse a la pasión. Rodar, trabajar y hacer lo que salga de dentro”.

También quiso agradecer a la Diputación su invitación a participar en esta actividad, que ha calificado como “una fiesta en la que directores amigos, como Javier Rebollo, ya han estado antes”.

Martín Cuenca rememoró cómo el sueño del cine le obligó a perder la felicidad de la juventud e irse de esta ciudad, a Madrid, “donde no conocía a nadie y en la que todo era nuevo”. Allí, en la Complutense, se licenció en 1989 en Ciencias de la Información. “He viajado mucho para no estar en Madrid y me he peleado con el cine porque me quitó Granada, una ciudad que controlaba. Ahora lo que hago es volver a Granada y a Almería, para reencontrarme con mi tierra y mis raíces en un proceso de exploración personal que es muy importante para mí: me hace despojarme de elementos innecesarios y ser más auténtico”.

Lo próximo, ‘Caníbal’

Manuel Martín Cuenca dio también algunas pistas sobre su próximo filme, ‘Caníbal’. Lo definió como “un “thriller no convencional” en el que lleva trabajando más de un año, y que según contó ha sido imaginado y escrito para rodarse en Granada, porque “entiendo la atmósfera de esta ciudad y quiero transmitirla en una película”, afirmó el director.