Javier Adolfo Iglesias
14:21 • 29 oct. 2011
Desde el pasado jueves está teniendo lugar en Almería el segundo curso internacional de dirección de banda de música “Manuel Arana Castillo”, organizado por la Federación de Bandas de Almería. Hasta el martes las instalaciones del Real Conservatorio Profesional de Música están acogiendo las clases teóricas y prácticas que se vienen impartiendo a los quince alumnos llegados de Almería y otras provincias españolas.
Los profesores son Marcel van Bree, director de la banda municipal de A Coruña y Juan José Navarro, titular de la banda municipal de Almería. Este es el promotor de esta idea poco frecuente en Andalucía y que por segundo año consecutivo se celebra en Almería. Tras las clases, el martes tendrá lugar la celebración del segundo Concurso Internacional de dirección de bandas “Eusebio Rivera”, en el que participarán una selección de los alumnos inscritos en el curso. Aquel que obtenga la mayor puntuación otorgada por un jurado especialista recibirá un diploma acreditativo y la exención total del valor de la matrícula del curso.
En esta segunda edición del certamen el objetivo es iniciar al alumno en la técnica de la dirección bandística, abordar el análisis interpretativo desde la dirección, mostrar las pautas a seguir en la concertación del repertorio, la realización de prácticas de dirección con una banda de música, estimular a los estudiantes y orientar al alumnado en los itinerarios de la dirección.
Entre los contenidos que repasarán, destacan la batuta; colocación y funciones, independencia de ambas manos, resolución de calderones, marcación de compases, cambios de tempo y dinámicas, partitura, técnicas de ensayo y concertación y repertorio.
Las clases
Las clases discurren entre ecos lejanos de piano, repiqueteo de tacones y otros sonidos propios de un conservatorio. Paradójicamente donde suena menos música es en el aula de Marcel, el profesor invitado. Su acento holandés tan característico no tiene nada que ver con la crispada seriedad de Van Gal. La clase fluye de un tema a otro según los alumnos van respondiendo. Todos se ponen de pie y comienzan a agitar sus batutas con el único sonido del profesor “Un, dos, tres, un dos, tres...umpa”. Todos los brazos coinciden en el mismo sitio en el umpa.
El profesor habla de blancas con puntillo, de corcheas ligadas, de dividr los motivos rítmicos...anima a memorizar los momentos importantes de la partitura. Durante las explicaciones, Manuel Ayala, joven músico de Alboloduy no para de agitar sus brazos. Es alumno repetidor, tal y como dijo ante los músicos de la orquesta. “Quiero tener una formación más completa”, afirma este clarinetista. Los quince alumnos inscritos practican con dos bandas, la de San Indalecio de La Cañada y la Banda Municipal. Con la primera aprenden concertación, es decir, la preparación previa de un concierto. Con la segunda, simularán el día grande del concierto. “Yo les he dicho que toquen lo que les señalen los alumnos”, afirma Juan José Navarro, que simultanea la clase en un aula contigua del Conservatorio. Han acudido músicos de otras provincias, muchos de ellos directores en activo, como Miguel Rocamora, que dirige la banda de Albatera, en Alicante. O Ferrán Ocaña, un valenciano que desde hace siete años dirige la banda de Alcolea y su escuela municipal. Este músico de la cuna levantina de la música popular da fe de la gran evolución positiva de la música en Almería. “Las bandas locales han empezado a despegar”, afirma. Este curso lo confirma.
Los profesores son Marcel van Bree, director de la banda municipal de A Coruña y Juan José Navarro, titular de la banda municipal de Almería. Este es el promotor de esta idea poco frecuente en Andalucía y que por segundo año consecutivo se celebra en Almería. Tras las clases, el martes tendrá lugar la celebración del segundo Concurso Internacional de dirección de bandas “Eusebio Rivera”, en el que participarán una selección de los alumnos inscritos en el curso. Aquel que obtenga la mayor puntuación otorgada por un jurado especialista recibirá un diploma acreditativo y la exención total del valor de la matrícula del curso.
En esta segunda edición del certamen el objetivo es iniciar al alumno en la técnica de la dirección bandística, abordar el análisis interpretativo desde la dirección, mostrar las pautas a seguir en la concertación del repertorio, la realización de prácticas de dirección con una banda de música, estimular a los estudiantes y orientar al alumnado en los itinerarios de la dirección.
Entre los contenidos que repasarán, destacan la batuta; colocación y funciones, independencia de ambas manos, resolución de calderones, marcación de compases, cambios de tempo y dinámicas, partitura, técnicas de ensayo y concertación y repertorio.
Las clases
Las clases discurren entre ecos lejanos de piano, repiqueteo de tacones y otros sonidos propios de un conservatorio. Paradójicamente donde suena menos música es en el aula de Marcel, el profesor invitado. Su acento holandés tan característico no tiene nada que ver con la crispada seriedad de Van Gal. La clase fluye de un tema a otro según los alumnos van respondiendo. Todos se ponen de pie y comienzan a agitar sus batutas con el único sonido del profesor “Un, dos, tres, un dos, tres...umpa”. Todos los brazos coinciden en el mismo sitio en el umpa.
El profesor habla de blancas con puntillo, de corcheas ligadas, de dividr los motivos rítmicos...anima a memorizar los momentos importantes de la partitura. Durante las explicaciones, Manuel Ayala, joven músico de Alboloduy no para de agitar sus brazos. Es alumno repetidor, tal y como dijo ante los músicos de la orquesta. “Quiero tener una formación más completa”, afirma este clarinetista. Los quince alumnos inscritos practican con dos bandas, la de San Indalecio de La Cañada y la Banda Municipal. Con la primera aprenden concertación, es decir, la preparación previa de un concierto. Con la segunda, simularán el día grande del concierto. “Yo les he dicho que toquen lo que les señalen los alumnos”, afirma Juan José Navarro, que simultanea la clase en un aula contigua del Conservatorio. Han acudido músicos de otras provincias, muchos de ellos directores en activo, como Miguel Rocamora, que dirige la banda de Albatera, en Alicante. O Ferrán Ocaña, un valenciano que desde hace siete años dirige la banda de Alcolea y su escuela municipal. Este músico de la cuna levantina de la música popular da fe de la gran evolución positiva de la música en Almería. “Las bandas locales han empezado a despegar”, afirma. Este curso lo confirma.
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