Waldi Wrobel, el último artista del Cortijo del Fraile

Waldi Wrobel, el último artista del Cortijo del Fraile

Javier Adolfo Iglesias
22:20 • 30 oct. 2011
Su pelo se ha ido blanqueándo con el paso de los años al mismo tiempo que los muros y dinteles de este cortijo se han ido cayendo y su leyenda ha ido creciendo de forma inversa a la responsabilidad de políticos y empresarios. Desde la semana pasada ya no podrá entrar más para fijar su sentido estético en cada detalle, cada viga y cada desconchón del Cortijo del Fraile. El artista alemán Waldi Wrobel ha estado veinte años fotografíandolo, pintándolo, inspirándose en él. En el año 1991 iba en su jeep buscando lugares atractivos del parque Natural Cabo de Gata-Nijar cuando se topó con él. “Conocía la historia de la vida de Federico García Lorca pero no la relacion que existía entre este cortijo y ‘Bodas de sangre”, confiesa. “Cuando lo ví, quedé cautivado porque sentí que desprendía un halo de magia mezclado con nostalgia. Quizá aquello me transportaba a esas películas del oeste (Leone rodó allí). Ver un aljibe por primera vez me produjo una tremenda emoción. El impacto fue tal, que gasté tres carretes de 24 en blanco-negro”, recuerda hoy Waldi hoy, cuando ya no podrá volver a entrar, siquiera a verlo en la pureza con la que lo conoció. Por dentro, por fuera, cerca y lejos, Waldi ha llevado el Cortijo del Fraile a cuadros, acuarelas, dibujos...lo ha hecho a plumilla, con pinceles o lápices. Muchas de estas obras estan vendidas en Alemania, en Bélgica o Madrid. También hay muchos almerienses que han comprado un “cortijo” de Waldi. “La última vez que lo visité fué hace tres semanas, iba ataviado para la ocasion incluso con casco de obra, ¡no de moto! . Ya que comencé a pintar un cuadro en su interior como tantas otras veces, pero esta vez tendré que terminarlo en casa. Un señor me echó a gritos y con amenazas. Ahora el lugar está precintado”. Efectivamente, ya no podrá entrar más a pintarlo. Pero gracias a Waldi Wrobel, el último artista del Cortijo y su relación estética con este vestigio cultural maltratado podremos recordar cómo fue hace años antes de que la burocracia política y el desinterés privado lo llevaran casi a su desaparición. y pase a las manos que pase deseo sea restaurado con el respeto que se merece y se convierta en un lugar emblemático para todos.






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