Remodelación del Convento de las Claras

El 18 de enero de 1938, Langle envía un escrito al Sr. Alcalde en el que dice: “En consecuencia con denuncia verbal recibida en esta oficina, el arquitecto municipal que suscribe ha procedido al reconocimiento de los restos del antiguo Convento de las Claras de la calle de Jovellanos.

La nave trasera correspondiente a los soportales de la Plaza de la Constitución, después del incendio del edificio, quedó con sus dos muros laterales enlazados por unas gruesas alfargías de madera, que servían de acodalamientos. Pero estas alfargías han sido arrancadas de su sitio, quedando sin ninguna unión entre sí los expresados muros, que son de gran altura, pues corresponden a las tres plantas de que constaba el edificio.

Esto constituye un peligro, especialmente para el muro de la fachada a la plaza, que pudiera desplomarse en caso de temporal de viento fuerte, ocasionando los daños y las desgracias consiguientes”

En la Sesión Comisión permanente del 24 de enero se indica que debe ponerse en conocimiento de la Comandancia Militar el informe del arquitecto, con el fin de que procedan al arreglo. El Sr. Burgos pide que se amplíe el informe del arquitecto para saber si es indispensable el derribo del convento y que informe de la conveniencia de proceder al derribo del edificio para ensanchar la Plaza de la Constitución.

El 30 de Mayo de 1941, durante el derribo del convento, se descubrió un hermoso capitel de mármol, estilo árabe, de una tracería finísima. Langle ordena el traslado del capitel a su oficina, para que se custodiase, en espera de que se decidiese que hacer con el. El capitel fue descubierto por el erudito de la ciudad “Sr. Martínez de Castro”.

A juicio del arquitecto, se trataba de un capitel de la segunda mitad del siglo X, de la época del Califato de Córdoba –Tiempos de Alhaquem II– muy similar a otro capitel procedente de la Mezquita, que se conservaba en el Museo Arqueológico de Córdoba. El capitel era del orden compuesto y del tipo de características califal llamado “Nido de Avispa”.

A fecha de Agosto de 1940 el coste de la remodelación era el siguiente: suma de nóminas del personal que trabajó en el derribo, desde el 29 de Junio al 25 de Agosto: 11.236 Pesetas. Portes de los escombros: 8.746 pesetas.

Se utilizaron 36 camiones con peso medio de 3.700 Kg. de piedra de mampostería por retirada.