La cultura almeriense también se queda en casa y está aprovechando estos días de reclusión, más que ningún otro ámbito, para disfrutar de todos los contenidos que se están compartiendo en Internet de forma gratuita.
Así, la editora y autora infantil Gema Sirvent recomienda seguir a narradores orales como @mandarinacuentos y @carlosarribas; a @delalbum y @mindandtangle si deseamos hacer manualidades en casa y a teatroteca.teatro.es para disfrutar de teatro online. “Los contenidos y la creatividad que se están volcando en redes es impresionante”, subraya.
En este sentido, la gestora cultural y actriz Gemma Giménez, se ha propuesto visitar de forma virtual algún museo (El Prado sigue publicando vídeos desde su perfil de Instagram, @Museo Prado) y crear un teatro junto a sus hijos de 4 y 6 años para representarlo entre todos.
Las lecturas pendientes están ocupando muchas de las horas libres de los creadores almerienses. Es el caso del escritor Juan Manuel Gil, que asegura leer en voz alta todo lo que le dejan; del cineasta Juan Francisco Viruega, quien confiesa haberse cobijado en la montaña de libros que tiene en lista de espera, y del profesor del Departamento de Biología y Geología de la Universidad de Almería (UAL), José Antonio Garrido, que pasa el tiempo entre revistas científicas porque está seguro de que “lo que nos va a sacar de esto -además del granito de arena que cada uno aporta quedándose en casa- es la ciencia”.
El cine y las series de género apocalíptico, lejos de alimentar el miedo, son otro de los clásicos a los que recurren. El escritor Juan Pardo Vidal, por ejemplo, aconseja ver “pelis de desastres” como ‘La carretera’, con Viggo Mortensen, y la periodista Cristina Torres Ripoll no se avergüenza al reconocer que su “lista de pelis de apocalipsis puede dejar a más de uno loco”. La instagramer Estefanía Ruiz, por su parte, cree que el universo nos ha concedido el deseo de “sofá, Netflix, teletrabajo y estar más con la familia”. “¿Por qué no aprovecharlo?”, se pregunta.
Las relaciones humanas son lo que más hay que cultivar estos días por paradójico que parezca ahora que estamos aislados. “Cuando mi barrio rompió el silencio con los aplausos para los sanitarios, nos miramos y empezamos a contarnos quiénes éramos y qué hacíamos”, dice Torres Ripoll. “El aislamiento ha de servir para enamorarse de nuevo de lo que tenías delante de las narices”, añade Pardo Vidal.
En concreto, la familia está llamada a salir fortalecida en estos tiempos difíciles. De ahí que la bailaora Anabel Veloso esté haciendo ahora lo que su profesión no le permite: pintar con su hijo o jugar a juegos de mesa. Juan Manuel Gil llama a su padre a diario para preguntarle si escriben un nuevo libro: ‘Mi padre y yo. Una cuarentena’. “A ver si se digna a coger el teléfono”, se lamenta.
El bricolaje, el deporte y la meditación constituyen otras ideas positivas en las que emplearse durante el confinamiento. “Por fin se paró la vida loca”, se alegra la escritora Mar de los Ríos. “He hecho más ejercicio en estos dos días que en los últimos tres meses”, bromea el director de la Escuela de Arte, Cristóbal Díaz. “Reírse de uno es curativo”, concluye el actor y autor Julio Béjar.
Juan Pardo Vidal, escritor: "He decidido que voy a hablar todo el rato con mi pareja”
“Ayer leí un meme que decía: ‘Con esto del aislamiento hablé con mi mujer y, oye, es una tía estupenda’. Y pensé que Pedro Sánchez quiere que nos amemos y nos da una oportunidad. Yo he decidido que voy a hablar todo el rato con mi pareja, estoy poniendo todas esas estanterías que nunca tuve tiempo de poner, soy el tío del taladro, ese soy yo. No sean mal pensados, aunque eso que estaban pensando también, porque eso une mucho. No hace falta ganas, se hace sin ganas al principio y luego se le coge el tranquillo”.
Gema Sirvent, editora y autora infantil: “Compartid aficiones. Y si vives solo, compártelas en redes”
“Compartid vuestras aficiones. Y si vives solo, compártelas en redes, aunque aislados estamos conectados. Si somos responsables y hacemos las cosas con cabeza de esta saldremos más cultos, serenos y conscientes de lo que de verdad importa. Nuestra vida es una historia que contar y esta puede ser la historia de una gran victoria que compartir con nuestros nietos, en la que todos contribuimos con nuestro pequeño granito de arena, juntos, ‘codo con codo’, como dice Jorge Drexler, #quédateencasa, hay mucho que hacer”.
Juan Manuel Gil, escritor: “Juego con mi hija y leo en voz alta todo lo que me dejan”
“Juego con mi hija en el sofá a subir ochomiles. Hoy nos toca el Annapurna. Me está quitando la costumbre del colesterol. También leo en voz alta todo lo que me dejan, pero hace un rato que se han escondido. Llevo horas buscando el taladro para hacer esto y aquello. Afortunadamente no lo encuentro. Nos peleamos por sacar a Travis, nuestro perro. Y llamo a mi padre a diario para preguntarle si escribimos un nuevo libro: ‘Mi padre y yo. Una cuarentena’. A ver si se digna a cogerme el teléfono”.
Cristina Torres Ripoll, periodista: “Mi consejo para este encierro es que nos humanicemos”
“En el grupo de WhatsApp de mi trabajo decidimos empezar a humanizarnos. Así que abandonamos los memes y los chascarrillos del coronavirus por fotos de nuestras mascotas, familias, libros y videos con nuestras aficiones instrumentales. Cuando anoche mi barrio rompió el silencio con los aplausos para los sanitarios, todos nos miramos y empezamos a contarnos quiénes éramos y qué hacíamos. Parece que estuviéramos faltos de humanidad. Mi consejo es que para este encierro nos humanicemos”.
José Antonio Garrido, profesor de la UAL: “Lo que nos está regalando este confinamiento es tiempo”
“Cuando Rosa Regás ganó el Premio Planeta en 2001, al ser preguntada por lo que iba a hacer con el dinero, ella dijo que se iba a permitir tener el único bien personal que deseaba: tiempo. Y eso es lo que nos está regalando este confinamiento: tiempo. Y lo que yo estoy haciendo con el mío es permitirme bucear en los artículos publicados en revistas científicas centrados en el coronavirus. Porque se está hablando y publicando mucho sin el respaldo de la comunidad científica, pero también con él y hay que distinguir”.
Gemma Giménez, gestora cultural y actriz: “Hay que aprovechar la cultura que se está compartiendo”
“¿Cómo llevar el aislamiento con dos niños en casa? Mis expectativas eran crear un horario consensuado por toda la familia: hacer manualidades y las fichas que ha mandado la seño; aprovechar para disfrutar de los contenidos que están compartiendo grupos de música y cuentacuentos; hacer una tabla de ejercicios todos o crear un teatro y representarlo. La realidad es que ‘Mascotas 2’ se ha convertido en mi tabla de salvamento y la tele se pasa puesta más horas de las que permite cualquier experto”.
Estefanía Ruiz, instagramer: "Es muy importante meditar para conectar con lo positivo”
“Creo que es muy importante meditar cada día para conectar con nuestros estados mentales positivos. Está demostrado científicamente que reduce el estrés, mejora el sistema inmunitario y la capacidad pulmonar, reduce el riesgo de depresión, reduce dolores y mejora el sistema cardiovascular. Yo os animo a que dediquéis unos minutos al día a la meditación (es un plan genial para calmar a los niños). Sí nunca lo han hecho, en internet encontraron muchísimas guiadas en aplicaciones como Intimind, incluso, yo me ofrezco a enseñarles cómo hacerlo”.
Julio Béjar, actor y autor: "Una epidemia puede sacar lo peor, también lo más cómico”
“Reírme con vídeos de gente desvalijando el Mercadona con gafas de buceo. De entre los aspectos positivos que podría sacar de estos días en los que invertiremos tiempo en nosotros, en conocer a nuestros hijos o en desempolvar aquella bici estática que compramos sin fe, me quedo con la comedia. Artaud estableció una analogía entre el teatro y la peste: ambos son capaces de alterar un orden convenido, generan ‘el mundo al revés’. Una epidemia puede sacar lo peor, también lo más cómico. Y reírse de uno es curativo”.
Mar de los Ríos, escritora: “Evitar la sobreinformación, escuchar música y bailar”
“Por fin se paró la vida loca. Por algo malo, ya, no hay otra manera de hacerlo, pero las crisis siempre son oportunidad para rectificar. Lo primero para aprender a respirar profundamente, el cuerpo lo agradece muchísimo. Después, evitar la sobreinformación en todos los dispositivos. Además, yo particularmente me saturo rápido de vídeos y mensajes genéricos, en especial los que abroncan a los demás, oigo el látigo restallar y eso no me gusta, no aporta nada. A esta receta añado: escuchar música y bailar”.
Juan Francisco Viruega, cineasta y profesor: “Es el momento de releer relatos de Berlin, Munro y Carver”
“Quiero aprovechar para investigar y actualizar de forma meditada contenidos humanistas y metodologías. En el plano personal, cobijarme en la montaña de libros que tengo pendientes, bricolaje en casa y seguir con el guion de mi largometraje. Creo que es un buen momento para releer los relatos de Cheever, Berlin, Neuman, Munro y el gran Carver. Descubrir al almeriense Miguel Ángel Muñoz. Proponen una endoscopia de las relaciones personales y el entorno. A Bradbury lo dejo para cuando todo pase, que pasará”.
Anabel Veloso, bailaora: “Es la oportunidad perfecta para disfrutar más de mi hijo”
“Por mi actividad, paso muchos días del mes fuera de casa e incluso del país, y no tengo la oportunidad de realizar actividades cotidianas que para otros son parte de su rutina, como pintar con mi hijo, jugar a juegos de mesa o disfrutar con él escuchando música o viendo vídeos musicales. Así que, salvo por el factor económico, que es sin duda una catástrofe para todos los que nos dedicamos a cultura, estar en casa obligatoriamente está siendo la oportunidad perfecta para disfrutar más de mi hijo y de mi familia”.
Cristóbal Díaz, director de la Escuela de Arte: "He hecho más ejercicio en dos días que en tres meses”
“Tengo suerte de contar con una buena terraza en la que paso gran parte del tiempo leyendo esos libros que se habían ido acumulando en la mesita de noche y para los que nunca encontraba tiempo. Pero lo más positivo de estos días quizá haya sido recuperar algunos aparatos de gimnasia (trx, bandas elásticas, mancuernas, esterilla…) que apenas había estrenado y que acumulaban polvo en lo más profundo del trastero. He hecho más ejercicio en estos dos días que en los últimos tres meses”.
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