Frente al control sanitario y de movimientos que ejercía la corona a través de las autoridades locales unas personas eran cumplidoras de las normativas imperantes y otras pretendían su incumplimiento, no siempre con éxito. Veamos un ejemplo documentado.
El 12-4-1789 la administración de Vera concedió patente de sanidad a la jábega Virgen de la Concepción, cuyo patrón dijo ser Felipe Núñez, aunque posteriormente declararía serlo Juan Martínez.
La patente de sanidad aparece encabezada por una xilografía con la imagen de San Cleofás, flanqueado de búcaros de flores. Según el Evangelio de San Lucas fue uno de los discípulos a quien se apareció Jesús tras su resurrección. Cleofás es patrón de Vera, desde que el 25-9-1569, día de su celebración, fue levantado el asedio al que fue sometida la ciudad por tropas moriscas a las órdenes de Aben Humeya. Su nombre también fue asignado, junto al de la Virgen de la Victoria, al convento establecido en dicha población a principios del siglo XVII por los frailes mínimos de San Francisco de Paula.
La jábega Virgen de la Concepción, recibida la documentación preceptiva, zarpó de Garrucha el 16-4-1789 por la tarde, con 22 marineros de tripulación, dirigiéndose a Motril para hacer la pesquera. El sábado 18 por la mañana llegaron al puerto del castillo de San Joseph del Cabo de Gata, permaneciendo en el mismo hasta la puesta del sol. Antes de continuar viaje hacia Motril recibió como pasajera a Francisca María de la Torre y Santos, mujer de José Espriella, del resguardo de rentas de la citada ciudad. El patrón intento evitar su embarque con diversas excusas, cediendo ante la insistencia de Marcos Espelius y Dufresne, gobernador del citado castillo, que aseguró que la documentación de la citada viajera se atenía a las Reales Órdenes.
Sin embargo el pasaporte o boleta que llevaba dicha señora era la falsificación por reescritura de un documento encabezado por el escudo de la ciudad de Almería que había sido concedido en septiembre de 1788 a Francisca Mayoral y Espriella para viajar desde el citado castillo a Almería en el barco San José. El patrón de la embarcación declararía ser analfabeto, por lo que no pudo comprobar el contenido de dicho pasaporte.
Por marejada o cualquier otro motivo el 19-4-1789 la jábega tuvo que ampararse en el puerto de Almería y la preceptiva inspección de Juan Pedro Martínez, comisionado de la Junta de Sanidad almeriense, descubrió el fraude, encarcelando a los citados patronos y reteniendo la jábega, con su tripulación y pasaje.
El día siguiente, 20-4-1789, reunida la Junta de Sanidad almeriense, para no interferir en el trabajo de la embarcación, ordenó el cese de la retención de la jábega y su tripulación y la libertad de los prisioneros, previo abono de las costas causadas por dichas actuaciones más diez ducados de multa,.
La citada decisión dejó pendiente dilucidar la responsabilidad o complicidad que pudiera haber tenido el gobernador del castillo de San José. No han aparecido noticias que permitan dilucidar si el citado gobernador Marcos Espelius y Dufresne fue inculpado o recibió algún castigo por su actuación.
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