Bartolomé Marín de Poveda, la fascinante vida del Borgia almeriense

Fue capellán de honor de Felipe V. Amasó fortuna y poder a partes iguales. Utilizó el préstamo para establecer relación con las altas esferas. Estuvo envuelto en todo tipo de intrigas palaciegas. La apertura de su testamento estuvo custodiada por varios alguaciles durante horas. Y dejó una importante huella material en el patrimonio de su pueblo, Lúcar. Bartolomé Marín de Poveda es un personaje tan fascinante como desconocido. “Su vida fue ciertamente novelesca, aunque todo está documentado”, apuntó el catedrático de Historia de la Universidad de Almería, Francisco Andújar.

El Archivo Histórico Provincial expone desde ayer un testamento de principios del siglo XVIII de este almeriense cuyas andanzas recuerdan al mismísimo Rodrigo Borgia, cabeza de la Iglesia Católica entre 1492 y 1503 que pasó a la posteridad por no escatimar en malas artes a la hora procurarse el ascenso papal y por instalar la corrupción en el mismísimo Vaticano. “Marín de Poveda se movió entre América y España y fue quien consiguió el título de marqués de Cañadahermosa, pero, como era eclesiástico, no pudo hacer uso de él y se lo cedió a su hermano Tomás, cuya figura fue recuperada gracias al Ayuntamiento de Lúcar en un curso de verano de la UAL”, indicó Andújar ayer en la presentación de la iniciativa.

El documento, según el delegado de Cultura, Antonio Lucas, “uno de los más importantes que hay en el Archivo”, permite reconstruir la trayectoria de Bartolomé y muestra la vida de la clase poderosa a finales del siglo XVII y principios del XVIII. “El testamento se ha cruzado con un montón de fuentes documentales más sobre este clan que dejó numerosas huellas hasta ahora inéditas, por ejemplo, en el Archivo de Indias de Sevilla”, añadió el investigador.

De esta pieza, que el Archivo Histórico rescata como ‘Documento del mes’, se ha dicho que refleja muchos mundos en un solo papel: el americano, el español, el del Reino de Granada y el del Valle del Almanzora. “En esta comarca tuvo una trascendencia enorme, pues puso tierras de regadío y construyó pozos de nieve. Además, puede encontrarse el rastro de la familia en la fachada de la iglesia de Lúcar, en la capilla del Rosario y en una casa palaciega del pueblo”, desveló Francisco Andújar.

En este sentido, Antonio Lucas anunció que la Delegación de Cultura estudia estos elementos, entre los que hay una rejería y un crucifijo hecho por indígenas, para documentarlos y ponerlos valor. “El alcalde de Lúcar [Jose Antonio González], que ha promovido la recuperación del clan Marín de Poveda, podría llegar a usarlo como recurso turístico”, propuso.

Una práctica habitual
Bartolomé Marín de Poveda no representa un caso aislado. Otros colonos recurrieron a toda clase de actividades ilícitas para enriquecerse en su viaje al Nuevo Mundo. “Este personaje practicó el contrabando y pasó por alto determinados delitos a sacerdotes a cambio de dinero. Estuvo envuelto en intrigas totalmente documentadas que lo implican directamente con el confesor real y otras personas de la corte”, concluyó Andújar. Pronto un libro desvelará otros aspectos de esta fascinante familia.