Juan Francisco Viruega “Hemos intentado mostrar Almería como nunca antes se había retratado” n

Ganador el pasado año del premio RTVA a la creación audiovisual con ‘Estocolmo’, Juan Francisco Viruega (Roquetas de Mar, 1982) ha vivido el arranque de ‘Almería en Corto’ antes de regresar a Madrid, donde ya trabaja en la postproducción de su segundo corto en cine, ‘Postales desde la luna’, rodado íntegramente en la provincia y que tiene previsto estrenar el próximo marzo.

En la pasada edición competía y ahora vuelve como espectador...
Me he quedado para ver todos los cortos almerienses que he podido. El año pasado redescubrí un montón de gente que hace cine aquí y este año tenía muchísimas ganas de ver sus trabajos.

El inicio del festival ha coincidido con el lanzamiento del tráiler de su nuevo corto.
Hemos intentado contar lo mínimo para despertar el apetito del espectador, que es de lo que se trata. Estamos contentos porque a la gente le está gustando, a ver si el año que viene podemos estar aquí.

¿Qué aborda en este trabajo?
‘Postales desde la luna’ es un corto rodado en 35 mm., en formato 2:35, con Xavier Lafitte, Hector Tomás, Isabel Ampudia, Mauricio Bautista, Enriqueta Carballeira y Rebeca Sala. Narra el viaje que realizan dos hermanos desde Francia hacia el lugar en que crecieron cuando eran pequeños. Es un viaje al pasado, para reencontrarse con fantasmas y buscando respuestas a conflictos familiares.

Ha rodado en dos idiomas...
Sí, porque los personajes, Julien (Lafitte) y Louis (Tomás), son hijos de una chica francesa que en los ochenta se enamora de un pescador almeriense. Cuando fallece, ellos, que habían nacido y crecido en Almería, se van a vivir con su familia francesa. En este viaje que realizan visitan a una serie de personas que conocieron en su infancia y el hermano mayor habla con ellos en castellano, aunque entre ellos lo hacen en francés.

¿Está ambientado entonces en dos épocas distintas?
Sí, de hecho, a nivel de lenguaje y de estilo, esta convivencia entre presente y pasado es una de las características más destacables, por cómo están abordadas desde un lenguaje audiovisual, estético y sonoro.

Suele partir de referentes pictóricos. ¿Cuáles han sido aquí?
Respecto a ‘Estocolmo’ hemos cambiado totalmente la paleta cromática. Nos hemos ido a unos tonos muy cálidos, en todo lo que tiene que ver con la historia en presente, sobre todo Hopper, y a tonos fríos para el pasado, sobre todo Sorolla y Kroyer.

¿Cómo transcurrió el rodaje?
Fueron siete días, uno en digital y seis en 35 mm. Al ser en noviembre sólo contábamos con siete horas de luz y teníamos mucha hora mágica: el corto está rodado mucho en amaneceres y atardeceres, por lo que hemos tenido que estirar el rodaje más de lo habitual.

Y todo en Almería. ¿Qué localizaciones muestra?
Está íntegramente rodado en la provincia. Hemos explotado sobre todo localizaciones del Cabo de Gata que creo que nunca se habían retratado de esta manera: la fisionomía lunar de Los Escullos, de las dunas oolíticas, la ruta de la minería... También muchos oficios tradicionales de Almería, como los rederos, los pescadores jubilados y las propias amas de casa del pueblo salinero. Todos los vecinos de Cabo de Gata, así como el grupo Komoi de Cristóbal García, se han volcado.

Ha rodado un plano secuencia de tres minutos, en cine y en una playa. ¿Por qué una decisión tan arriesgada?
Si lo hubiera fragmentado, hubiera sido un corto dentro de otro corto. Siempre que el presente convive con el pasado he utilizado un lenguaje diferente al del resto del corto, por ser coherente con el lenguaje cinematográfico. Ensayamos muchísimo, rodamos, hicimos claqueta y salió en la primera toma. Luego hicimos otras para curarnos en salud pero ninguna salió como esa. Creo que es lo más bonito que he rodado nunca.

‘Estocolmo’ transcurría en interiores. ¿Qué le ha aportado la luz y el paisaje almeriense?
Parecía que estaba reviviendo cosas de cuando er