Emilio Egea “El espíritu del cine pulula todavía por los almerienses”

Iba para arquitecto. Hasta que una serie de películas le movió por dentro y empezó a experimentar con lo audiovisual. Se compró una cámara e hizo cortometrajes en plan casero. De repente, un día, uno de esos trabajos, titulado ‘Los últimos’, le abrió las puertas de la televisión.

Emilio Egea (Chirivel, 1971) está, desde entonces, imparable. Ha trabajado como realizador, guionista y montador, especializado en el género del falso documental. Compagina la dirección del Festival Internacional de Jóvenes Realizadores de Granada con la del Festival Internacional de Cine Clásico Retroback de la misma ciudad. También es profesor y, estos días, jurado del Certamen Internacional del Festival ‘Almería en Corto’.

Su intensa trayectoria como docente, cineasta y director de festivales transcurre en Granada. ¿No ha dejado nada para su tierrra, Almería?
Todos mis primeros trabajos están inspirados en el entorno de Chirivel y mi primer corto importante, ‘Los últimos’, está rodado allí. La relación con la tierra y con la poesía de Julio Alfredo Egea no la pierdo. De hecho, tengo pendiente dedicar algo a este poeta. El sitio donde has crecido y donde has jugado siempre queda. Pero me desarrollé como realizador y montador en Granada. Allí abrí una productora y me puse a escribir. Fueron saliendo muchos trabajos para series de televisión, largometrajes documentales sobre todo. Y sí, se puede decir que hay pocas cosas que no haya hecho. También he probado con la publicidad y la ficción.

¿Y cómo entra en contacto con los festivales?
Para subsistir. Hace una década empiezo a trabajar en el Festival de Jóvenes Realizadores de Granada y ya este año he pasado a la dirección y también he tomado el timón del Festival de Cine Clásico Retroback.

En el Festival de Jóvenes Realizadores recientemente se acordaron de un realizador almeriense, Manuel Martín Cuenca.
Sí. Todos los años hacemos un encuentro con realizadores en el que viene a la ciudad un director consagrado, damos a conocer su obra y organizamos un encuentro con él. En el caso de Manuel Martín Cuenca, también aprovechamos para darle el premio de la Asociación de Festival Audiovisuales de Andalucía, Asfaan, de la que también formo parte. Fue un lujo tenerlo allí.

En Retroback montaron una exposición sobre Audrey Hepburn y lograron contar con la presencia de su hijo, Sean H. Ferrer. ¿Son referente en el género?
Retroback fue el primer festival de cine clásico que se hizo a nivel mundial. A raíz de ahí surgió uno muy potente en Lyon, el Lumière, que organiza la misma gente de Cannes. Es un mega festival con la misma filosofía del nuestro. Es verdad que hemos sido el detonante de ciertas propuestas que se han hecho después. El tema del hijo de Audrey Hepburn fue importante porque durante su visita se encariñó con la ciudad y ahora es el presidente de honor de Retroback. Estamos en contacto continuo y me echa una mano con los grandes artistas que en principio son menos accesibles.

Diputación ha tenido dificultades para celebrar la décima edición de ‘Almería en Corto’. Como responsable de festivales periféricos, ¿cuál es la receta para seguir adelante en tiempos convulsos?
Todos pendemos de un hilo y no hay una fórmula para sobrevivir. Lo que está en nuestras manos es demostrar que estos festivales tienen sentido y eso se consigue en la medida que haces partícipe al público. Óscar de Julián [director de ‘Almería en Corto’] es consciente de ello. También hay que actuar con responsabilidad con el dinero público. Además, en torno a un festival hay un tejido empresarial. Hay que verlos como la inversión de una ciudad, una oportunidad de hacerla visible. Luego se debe hacer un trabajo serio para ganarnos respeto y ser referentes.

Forma parte del jurado del Certamen Internacional de ‘Almería en Corto’. ¿Cómo está el nivel general? ¿Y el de los cortos locales?
El nivel general es bastante bueno. Y el hecho de que los trabajos locales compitan con el resto obliga a que se acerquen a un nivel i