Arquitectos almerienses firman el proyecto definitivo del Anfiteatro de Mérida

Tener en tus manos la recuperación de un enclave monumental que fue inaugurado en el año 8 a.C. en honor al emperador Octavio Augusto puede acabar de dos maneras. La fatídica, y de idilios patrimoniales con final triste está repleto nuestro país. Y la feliz, que es la que acaba de protagonizar el estudio de arquitectura almeriense Monumenta.

Su proyecto de restauración y consolidación del Anfiteatro Romano de Mérida acaba de ser definido por los guardianes del legado histórico emeritense como el proyecto definitivo sobre este bien, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993.

Con 650 escaneos láser y de luz 3D, 320 planos formato A1 Plus y una memoria de más de 800 páginas no es de extrañar que la puesta de largo del proyecto, celebrada hace unos días ante el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida y las administraciones municipales y autonómicas, fuese un éxito mayúsculo.

De ahí que los dos arquitectos almerienses que están detrás de Monumenta, Lola Miralles y Gerardo Úbeda, hayan vuelto de tierras extremeñas con un nuevo encargo: el proyecto del Circo Romano de Mérida. Un desafío que les llevará a abrir una sede de su estudio en esta ciudad de cara al segundo trimestre de este año 2021.

Métodos
En la presentación, que se desarrolló según el protocolo que dicta la actual situación de pandemia, Monumenta expuso los métodos de trabajo desarrollados ‘in situ’, así como los estudios patológicos y las intervenciones previstas en un Anfiteatro Romano que consta de 10.200 metros cuadrados de superficie. “Hemos tardado un año en redactar el proyecto porque cuando empezamos, el primer problema que nos encontramos es que no existía una planimetría exacta, de modo que tuvimos que hacerla y solo ese proceso nos llevó seis meses”, indica a LA VOZ Lola Miralles.

Ahí entraron en juego las técnicas desarrolladas por el estudio que son “las más avanzadas tecnológicamente en el panorama internacional para intervenciones patrimoniales, aunando técnicas LIDAR, con el desarrollo de software propio para el proceso de datos, así como aplicaciones con cámaras térmicas, drones y análisis ‘in situ”.

Tras el análisis de las patologías detectadas, el proyecto indica cuáles son las intervenciones que hay que realizar. Entre ellas destacan las de los grandes bloques del ‘Opus Caementicium’ (hormigón de cal romano), las grandes bóvedas de los vomitorios de acceso y los tratamientos sobre sillerías de granito y solados de la vía romana adyacente al Anfiteatro.

El siguiente paso es que la obra salga a licitación público con un presupuesto de 2.500.000 euros.