Enrique Ramos (Almería, 2007) es un adolescente de Aguadulce que brilla como creador de contenidos -'streamer'- y jugador de deportes electrónicos -'gamer'-. En tan solo diez meses ha conseguido 560.000 seguidores en la plataforma Twitch, donde lo han hecho socio en tiempo récord. Y aunque reconoce que detrás de este mundo "hay mucho trabajo", no siente estar perdiéndose nada por estar frente a la pantalla. Más bien al revés. Ahora comparte eventos y torneos con los que hasta hace poco eran sus ídolos.
¿Cómo explicaría a los lectores de LA VOZ qué es un ‘streamer’?
Un ‘streamer’ es una persona que crea cualquier contenido en directo y que, gracias a plataformas web como Twitch, interactúa con la gente que lo ve a través de un chat. La experiencia es mucho más atractiva que antes, por ejemplo, con YouTube, donde el contenido se sube y la gente lo disfruta, pero sin tener opción a hablar con el resto de ‘viewers’ o con el propio creador.
Normalmente es un mundo donde los ‘gamers’ jugamos y competimos en videojuegos, pero se puede ser ‘streamer’ cocinando o tocando instrumentos. Es como tener tu propio canal de televisión.
¿Y cómo llega un niño a convertirse en uno?
Actualmente muchísimos niños son ‘streamer’ porque juegan a videojuegos mientras están transmitiendo en directo. Yo empecé con once años con la ayuda de mi padre. Jugaba muy bien para esa edad, así que me fichó un club importante y tuve algún golpe de suerte al ganar torneos organizados por personas influyentes. Estas cosas ayudan al principio, pero si no eres constante y tienes algo en tu forma de ser que gusta a la gente, ese éxito dura muy poco.
¿Siente que se ha perdido cosas como jugar en la calle por estar frente a la pantalla?
Para nada. Con la edad que empecé salía a la calle si mis padres me llevaban a algún sitio, no dejaba de hacer nada por hacer ‘stream’. Ahora que puedo salir solo, tampoco hay muchas cosas que hacer en la calle, la verdad.
¿Qué le ha aportado dedicarse a la creación de contenidos?
Conocer a muchísima gente, la experiencia de ir a eventos y torneos presenciales y, sobre todo, que los que eran mis ídolos -Grefg, Ampeter, Agustin51 o Vicens- ahora me llaman para jugar con ellos y me invitan a sus torneos. Me hacen sentir muy especial.
¿Cómo se imagina con veinte años?
Seguiré siendo ‘streamer’ mientras la gente me siga viendo. En cuanto eso no ocurra o me aburra de hacerlo, lo dejaré. Ahora mismo tengo claro que me llama mucho la atención el mundo de la cocina y estudiar en el Basque Culinary Center, en San Sebastián, sería también un sueño.
¿Qué metas tiene ahora mismo en el horizonte?
Mi meta es seguir teniendo el apoyo de la gente y llegar al millón de seguidores en Twitch. Ahora mismo creo que tengo 560.000 seguidores conseguidos en diez meses, por lo que sería un reto poder alcanzar esa meta para principios de 2022.
Más adelante, cuando termine la ESO dentro de dos años, nos gustaría irnos toda la familia a Irlanda para aprender inglés de manera natural. Soy TDAH y disléxico y todo lo que sea aprender de manera meramente teórica es imposible para mí. Además, jugaría cerca de los servidores de Fortnite y sería una ventaja a la hora de competir.
También es una meta que algún club importante me fiche como creador de contenido para ellos. Estos clubes tienen tanta influencia que con solo ficharme me mandarían a la ‘estratosfera’ del éxito.
¿Piensa que los eSports acabarán desplazando a deportes tan populares como el fútbol?
Creo que sí, ya pocos niños ven fútbol en la tele y cuando los clubes de futbol están creando secciones de eSports, es que algo está pasando ya. De hecho, yo estuve fichado durante casi un año por el Valencia CF creando contenido de Fortnite para ellos y fue una experiencia muy chula.
La ley que protege la actividad de los niños en Internet le impidió hacer directos hasta cumplir los 13 años, ¿sintió que le cortaban las alas?
Creí que me moría, pero ahora lo entiendo y me parece correcto. El éxito lleva detrás una cantidad de personas que quieren lo peor para ti: los famosos ‘haters’ que difaman e insultan. Y gestionar eso es muy difícil, más para un niño de menos de 13 años.
Cuando reaparecí, mis primeros ‘streams’ tenían más de 5.000 ‘viewers’. Afortunadamente, la gente no se había olvidado de mí. Han pasado diez meses y creo que he dejado de hacer ‘stream’ solo cuatro o cinco días.
¿Qué es lo que más le motiva de los directos? ¿No le da vértigo exponerse ante tantos seguidores?
Me motiva mucho jugar bien y que la gente lo disfrute, sentirme acompañado mientras hago lo que más me gusta y ver cómo en un mismo ‘stream’ cada vez hay mas ‘viewers’. Realmente es un subidón.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/5/vivir/212674/ya-pocos-ninos-ven-futbol-en-la-tele-y-los-clubes-tienen-secciones-de-esports