El Convento de las Puras, esa joya del patrimonio almeriense que no termina de ser lo suficientemene valorada, cuenta desde ya con un libro cuyo objetivo no es otro que “divulgar e introducir al lector en el conocimiento y apreciación de la historia, la arquitectura, y la propia comunidad de monjas de este poco conocido, pero espléndido edificio almeriense del siglo XVI”.
Editada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Almería, la obra lleva por título ‘Convento de Las Puras. Almería. Arquitectura’ y tiene la firma de Eduardo Blanes Arrufat, el arquitecto que ha proyectado y dirigido todas las obras de restauración en el conjunto arquitectónico desde 1987 a 2005.
La presentación tendrá lugar este jueves 3 de junio, a las 19 horas, en un encuentro online al que hay que inscribirse previamente en el enlace https://register.gotowebinar.com/register/8572432981123431180. Acompañarán al autor el decano del Colegio de Arquitectos, José Eulogio Díaz, y el arquitecto José Ignacio Linazaroso.
Casi una manzana en el casco antiguo
A lo largo de 180 páginas y 206 imágenes -muchas de ellas inéditas- fruto de muchos años de intenso trabajo, Blanes Arrufat persigue “hacer sentir orgullosos a los almerienses” de un convento con más de 500 años de historia. Un conjunto de edificaciones y espacios libres de construcción originalmente mudéjar, de principios del siglo XVI, que ocupa casi una manzana en el corazón del casco antiguo y que da soporte arquitectónico a la vida religiosa contemplativa de clausura en comunidad de la Orden de la Inmaculada Concepción (Las Puras).
“Es un ejemplo vivo de la tipología arquitectónica conventual y su gran valor patrimonial histórico, arquitectónico y artístico es inseparable del uso que le dio su origen y constituye su razón de ser”, apuntan desde el Colegio de Arquitectos en una nota.
La Comunidad de las Puras de Almería ha sobrepasado los 500 años de vida manteniendo el uso conventual originario en el mismo conjunto edificatorio que construyeron, ampliaron y conservaron, hoy revalorizado tras unas obras de restauración que recibieron “su impulso inicial en la década de los 80 de la mano de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía”.
Con metodología académica, el libro -que llega a librerías a partir del jueves- desglosa y describe los distintos espacios entre los que destaca un “claustro mudéjar que sorprende por su belleza cautivadora”. Cuenta, asimismo, con un apoyo gráfico que lo hace una obra apta y muy visual tanto para lectores especializados como para aquellos interesados en el patrimonio cultural que quieran introducirse en el conocimiento de este edificio único.
Un arquitecto con sensibilidad
Nacido en Almería en 1955, Eduardo Blanes Arrufat estudió en la Escuela de Arquitectura de Sevilla en la década de los 70, una época caracterizada por el desarrollo de “una gran sensibilidad” hacia los cascos históricos de las ciudades.
Ha ejercido la actividad profesional en campos como el planeamiento urbanístico, la urbanización de espacios, la ejecución de viviendas públicas y privadas y, desde los años 80, la restauración de monumentos como la Mezquita de Fiñana, la Iglesia de Santiago de Vélez Blanco, el Convento de Las Puras, la Iglesia de San Ginés de Purchena, la restauración del Monumento a los Mártires de la Libertad y el Convento de San Luis Obispo en Vélez Blanco.
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