“Si en la antigua Roma pudieran ver cómo trabajamos ahora, se sentirían en casa”

Lola Miralles y Gerardo Úbeda forman Monumenta, un estudio de arquitectura almeriense que usa la tecnología más puntera para recuperar muestras del patrimonio histórico español levantadas por antiguas civilizaciones. Se valen de escaneos láser y luces 3D para restaurar con el máximo rigor el legado artístico de aquellos que pisaron la Península Ibérica antes que nosotros.

¿Puede la tecnología del siglo XXI cuidar el patrimonio levantado hace siglos?

No solo puede, sino que debe hacerlo. Los avances en materiales, técnicas y desarrollos de programas permiten obtener un mayor control de las ejecuciones de obra, y sobre todo, de los estudios previos, consiguiendo una precisión mucho mayor en la redacción de proyectos del patrimonio.

¿Y qué ventajas proporciona esa tecnología digital respecto a otro tipo de técnicas?

Sobre todo el control previo de la mayoría de variables que pueden darse en los proyectos de patrimonio. Haciendo un símil con el mundo de la medicina, podríamos decir que los avances técnicos permiten “radiografiar” y hacer “resonancias” del edificio para tener la máxima información antes de proceder a las operaciones que haya que ejecutar.

¿En qué muestras del rico patrimonio español ha dejado su sello el estudio de arquitectura almeriense?

Hemos tenido la fortuna de poder trabajar en numerosos elementos patrimoniales de primer nivel en toda la geografía de nuestro país, entre otros, el Anfiteatro Romano y el Circo Romano de Mérida, el Teatro Romano de Málaga, el Castillo de Consuegra de Toledo y el Convento de San Francisco de Garrovillas.

Dentro de nuestra provincia, tenemos la gran fortuna de haber desarrollado nuestro trabajo en una de las joyas de la arquitectura patrimonial nacional, como es la Alcazaba de Almería, el Yacimiento de los Millares, el Yacimiento de Villaricos o el Cerro del Espíritu Santo de Vera. Y en cuanto a restauración de piezas escultóricas, nos sentimos muy orgullosos de trabajar en el Pedestal de Caracalla, para el Ayuntamiento de El Ejido, una gran pieza patrimonial de nuestra provincia.

Los almerienses no somos muy dados a cuidar nuestro patrimonio. En su opinión de expertos, ¿dónde urge actuar?

En los últimos años se está desarrollando una gran actividad vinculada a los proyectos de patrimonio en nuestra provincia, poniendo de manifiesto la inmensa carga patrimonial que posee Almería, y con inversión económica para poder desarrollarse. Aún así, y debido precisamente a la cantidad de elementos que posee nuestra provincia, siempre es necesario disponer de medios para poder mantener, conservar y restaurar los bienes culturales.

A nosotros personalmente, nos resulta muy interesante el Castillo de Vélez Blanco, el Cerro del Espíritu Santo, y por supuesto, los tres grandes pilares de esta provincia, como son la Alcazaba de Almería y los Yacimientos Arqueológicos de Baria y Millares, no tanto por su urgencia, sino por las necesidades constantes que suponen el cuidado de estos elementos.

Uno de sus últimos trabajos ha sido en el Castillo de Consuegra de Toledo. ¿En qué ha consistido?

El Castillo de Consuegra es el Castillo amurallado medieval de mayor extensión de toda Castilla-La Mancha, y uno de los más importantes de nuestro país. Estamos teniendo la suerte de poder ejecutar allí las obras de restauración de todos los lienzos de murallas y torres del Castillo, eliminando todos los problemas derivados de algunas intervenciones, y de zonas que se encontraban en desequilibrio. Es una obra muy interesante, que tiene un amplio seguimiento por parte de la Delegación de Cultura de Toledo, así como del Ministerio de Cultura.

¿Cuál es su trabajo soñado?

Hasta ahora hemos conseguido varios de nuestros sueños. El trabajo soñado no es conseguir intervenir en un edificio en particular, sino continuar desarrollando nuestra labor técnica en el vasto patrimonio español, pensando en ampliar nuestras intervenciones a otros países con una cultura constructiva patrimonial similar a la nuestra, como Portugal e Italia. 

Uno de sus proyectos más importantes fue en Mérida, antigua Emérita Augusta. ¿Qué creen que opinarían en la antigua Roma si pudiesen ver los resultados de sus actuaciones?

Los antiguos romanos fueron unos innovadores en las tecnologías de ejecución en la construcción, permitiéndoles construir de manera sólida y estable un gran número de estructuras, que les hicieron mantener unida a una sociedad muy compleja.

Sospechamos que si pudieran ver cómo trabajamos ahora, por una parte se sentirían “en casa”, ya que utilizamos aún técnicas y materiales que ellos usaban, y por otra parte, sentirían que en nuestra época, igual que ellos, avanzamos descubriendo nuevas tecnologías para conseguir nuestros objetivos.

Tenían previsto abrir sede en Mérida, ¿la pandemia ha cambiado sus planes?

Al contrario. Nuestra sede en Mérida está abierta desde hace aproximadamente un año y desde allí estamos realizando trabajos muy interesantes, pero controlando in situ, como debe ser, todos los procesos.