JJ Fuentes: “Cualquier tipo de etiqueta es peligrosa, incluida la de cantautor”

El Apolo acoge este viernes 4 la presentación de su segundo disco, ‘Corazón de fuego y miel’

JJ Fuentes, en una imagen promocional de su nuevo disco. Foto: Kuver
JJ Fuentes, en una imagen promocional de su nuevo disco. Foto: Kuver La Voz
Evaristo Martínez
20:59 • 30 ene. 2022

Corazón de fuego y miel es el segundo disco de larga duración del músico roquetero JJ Fuentes. Un álbum que vio la luz el pasado octubre, dos años después de su debut con ‘Cuestión de honor’, y que ahora presenta en el Teatro Apolo (viernes 4, 21.30h).



¿Cómo late un ‘Corazón de fuego y miel’?



De manera enérgica, decidida y con cierto dulzor en la sangre bombeada.



¿Qué ha cambiado desde su primer disco?



He ganado en serenidad y he aprendido a esperar el momento justo de hacer lo que tengo que hacer y de pedir cuentas. El tiempo lo acaba poniendo todo en su sitio. Quizá me haya hecho más reflexivo, sereno y desconfiado. Sigo sin guardar las balas, pero ya no fallo disparos. 



‘Los ataúdes llenan los polideportivos’ canta en ‘El mundo parece una canción de Lapido’. ¿Cuántas canciones ha traído la pandemia?



Prácticamente todas. Aproveché el encierro para componer las canciones de este disco. Si no, se me habría ido la pinza. Por distintas cuestiones pasaba el día en la carretera y sin parar. El confinamiento fue como estrellarme contra un muro. 



‘Soy el gladiador que no puede perder, el pistolero que sale vivo, el último hombre en pie’, dice en ‘Ave Fénix’. Por constancia en este mundillo parece que no le gana nadie…

Desde que me inicié en esto, y pese a mi juventud, he visto nacer y morir multitud de grupos y solistas que buscan un éxito que nunca llega. Yo, en cambio, siempre he tenido claro que mi objetivo no es el éxito, millones de seguidores en redes o vender miles de discos sino mejorar, crecer y hacer cada vez mejores canciones hasta estar satisfecho de mi obra el día que me vaya al otro barrio.


Mentiría si digo que quiero ser un mártir del rock and roll. Claro que me gustaría vender miles de discos, llenar plazas de toros y dedicarme las 24 horas a la música, pero diariamente construyo las bases de una carrera de larga duración. Llegaré a donde merezco llegar, estoy seguro. Cuento con mi querida banda y con mi público: soy un hombre con suerte.


‘Miss Almería’ es una carta de amor, también a una tierra. ¿Seguimos faltos de cariño? 

Creo que tenemos cierto complejo de inferioridad y que todo lo de ‘fuera’ nos parece mejor. Cada lugar tiene su singularidad pero tenemos el Desierto, Cabo de Gata, los Vélez, la Alpujarra, el Poniente, la comarca del Nacimiento, los Filabres, el Levante, monumentos espectaculares… Por mi trabajo viajo constantemente y cada vez estoy más convencido de que vivimos en uno de los mejores sitios del mundo. Y, en cuanto a los artistas, igual. Tenemos grandísimos talentos a los que creo que no valoramos como merecen.


¿Y es real ‘Miss Almería’?

Por lo que veo en redes sociales y las preguntas al respecto… junto al fantasma de Conchita Robles y las pinturas rupestres de ‘Eli Zorra’, la identidad de ‘Miss Almería’ se va a convertir en uno de los grandes misterios que más leyendas urbanas susciten (risas). Sí, ‘Miss Almería’ existe y ella sabe quién es. Con que lo sepa ella, me vale.


Relanzó ‘Orgánico’, de su anterior disco, con Cifu de Celtas Cortos. ¿Con quién repetiría esta fórmula?

Hay muchos artistas a los que admiro: Miguel Ríos, Sofía Ellar, Quique González, Mikel Erentxun, Amaral… Pero si me dicen: si mañana te vas al otro barrio, ¿a quién elegirías para cantar hoy?, no lo pensaría mucho. Lapido y Álvaro Urquijo han sido los ‘culpables’ de que me haya querido dedicar a este venerable oficio de escribir canciones. Por lo tanto, te diría que con ellos dos.


¿Almería y Granada son su Madrid de Sabina o su Barcelona de Loquillo?

A ambas las considero ‘mi tierra’. Soy un orgulloso roquetero pero mi sangre materna procede de un pueblecito granadino llamado Graena. Además de que mi etapa universitaria en Granada me influyó de gran manera. Mis inicios estuvieron muy marcados por mis noches en el Ruido Rosa. Allí, el bueno de Víctor Lapido (hoy bajo el nombre artístico de El Hijo Ingobernable) me enseñaba  nuevos grupos, sonidos, canciones,… que aún me acompañan a día de hoy. Además, molaba mucho ir después de los conciertos y encontrarte por allí a tus ídolos tomando copas.


Y de Almería… ¿qué decir? La amo con locura. Mi Roquetas de Mar, mi Cabo de Gata, mi Alcazaba… Nací aquí y me siento orgulloso y afortunado por ello.


¿La etiqueta de cantautor, por el tiempo o el manoseo, ha quedado obsoleta?

Cualquier tipo de etiqueta es peligrosa, incluida la de ‘cantautor’ y los tópicos que la rodean. Yo me centro en mi carrera y en mis canciones. El resto de cosas del mundillo no me importan.


¿Siente que continúa la tradición del pop-rock patrio?

Lo cierto es que sí me considero un poco ‘el heredero’. Ahora mismo no hay nadie joven dispuesto a recoger la herencia de los Urquijo, Antonio Vega, Manolo Tena, Celtas Cortos, CRAG, Lapido… En mi música se puede apreciar esa influencia que nunca oculto y de la cual me siento muy orgulloso. Mientras siga haciendo canciones, pasen los años que pasen, esa herencia seguirá presente.


¿Por qué tantas referencias mitológicas en sus canciones?

Desde niño me obsesioné con la mitología, la criptozoología y la paleontología. De adolescente añadí la filosofía, la literatura y la historia a mis intereses más cercanos. Todo acabó desembocando en que estudiara Historia en la Universidad. Siempre he intentado contar mi vida y mis historias en mis canciones, por lo que todos estas disciplinas de las Humanidades y de la Ciencia que forman parte de ella, tienen un hueco en mi música. Son parte de mí.


Y en la música sus referentes mitológicos son...

Tom Petty, Los Secretos, Jackson Browne, Lapido, Leonard Cohen, Johnny Cash, John Fogerty, The Eagles, Springsteen, José Alfredo Jiménez, The Clash, Neil Young… Me podría tirar toda la mañana (risas).


Composición, grabación, directos… ¿Qué parte de su trabajo disfruta más? 

Todas y cada una de ellas. La composición tiene ese punto de enfrentarte tú solo al papel como una especie de duelo al sol. La grabación me encanta porque ves cómo crecen las canciones y toman su forma final. Y el directo… La energía en un escenario y el contacto con el público es algo tremendo. Me encanta mi trabajo.


¿Cómo será el concierto de presentación del Apolo?

Llevamos muchos meses preparándolo. Va a ser un concierto eléctrico con seis músicos en el escenario. Vamos a tocar las canciones del nuevo disco y algunas del anterior. Estamos cuidando hasta el más mínimo detalle para que la gente pueda disfrutar de una noche de buena música y que se pueda olvidar un poco de lo que tenemos encima. Y, por supuesto, respetando todas las medidas sanitarias.


¿Volverán los directos a los locales privados?

El circuito de salas es totalmente necesario para los músicos que no llenamos auditorios cada semana, para los artistas de pequeño aforo y para los nuevos grupos que quieren hacerse un hueco. Parecía que se veía la luz al final del túnel y ha llegado la nueva cepa… A mí, personalmente, me ha destrozado la gira de presentación de este nuevo disco en 2022. Pero bueno, a esto viene uno llorado de casa. Poco a poco se van reorganizando algunos conciertos. Veremos… 


Me siento afortunado de presentar el disco en el Apolo. Aprovecho para dar las gracias al Ayuntamiento por la oportunidad y a toda la gente que lo hará posible.


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