“Los músicos no somos unos personajillos que viven de la farándula y la subvención”

Después de tres décadas en la carretera y un sinfín de éxitos, José María Sanz (Barcelona, 1960), Loquillo para el gran público, sigue asumiendo riesgos y huye del estancamiento y las comodidades en las que se han instalado mucho músicos de su generación. Su último trabajo, ‘Su nombre era el de todas las mujeres’, da buena muestra de ello. Tras su gira de treinta aniversario, ha apostado por este disco en el que canta los poemas de Luis Alberto de Cuenca. Esta noche, a las 21 horas, lo dará a conocer en el Auditorio Maestro Padilla de la capital.

El artista mantuvo un encuentro con los medios de comunicación ayer en la sala de prensa de la Plaza Vieja. LA VOZ reproduce algunas de las reflexiones que vertió en este marco.

Almería, un referente.
La de hoy es la tercera vez que Loquillo visita Almería en un periodo corto de tiempo. “Vine a la proyección del documental de Carles Prats ‘Loquillo, leyenda urbana’ y también traje la gira del treinta aniversario”, recordó. Ahora presenta su nuevo proyecto que trata de recoger la poesía del autor contemporáneo “más importante de los últimos treinta años en España”.

Para el músico, Almería constituye “un referente en su carrera”, ya que trajo hasta la ciudad sus primeras giras de poesía, allá por los años noventa. “Con la remasterización del directo de ‘La vida por delante’ en el Auditorio Maestro Padilla hicimos una edición para coleccionista. De ahí que Almería sea referente en este proyecto”, confesó.

Poesía llevada al rock.
‘Su nombre era el de todas las mujeres’ es el tercer álbum de Loquillo basado en la poesía. “Los dos primeros fueron más globales e incluían autores desde Jaime Gil de Biedma a Vázquez Montalbán. Pero en este caso hemos querido centrarnos en la obra de un poeta vivo y dedicar el disco completo a su obra”, relató.

Este tour por los teatros, titulados ‘A solas’, está cosechando grandes éxitos por el país. “Estamos sorprendidos por la aceptación. La poesía siempre ha sido la pariente pobre de la literatura y en España siempre se ha musicalizado desde el punto de vista de los cantautores”, confesó.

Loquillo ha dado un paso más allá en este sentido y, sin romper con la tradición de, por ejemplo, Amancio Prada, ha trasladado los versos a su territorio musical, el rock. “Con esto también pretendemos atraer al público joven y no ofrecer un espectáculo elitista. Por eso ponemos las entradas a un precio asequible”, subrayó.

Lenguaje propio.
José María Sanz considera que los teatros tienen un lenguaje propio y le molesta que algunos artistas interpreten en estos repertorios acústicos de grandes éxitos. “Eso va bien únicamente como fórmula para arrastrar a alguna gente al teatro. Pero cuando planteas un espectáculo así, debes hacerlo exclusivamente en teatros. No es de recibo hacer otra cosa, aunque muchos compañeros de generación no han tenido reparos”, dijo.

El músico aclaró asimismo que no va a salir al escenario a recitar. “Mi banda cuenta con dos guitarristas, un batería, un contrabajo y una violinista. Que nadie imagine a un señor con una guitarrita”, ironizó.

Trabajar con un autor vivo.
Según Loquillo, jamás un artista que ha musicalizado a un poeta ha podido saber qué piensa éste de su labor, ya que en la mayoría de los casos estaba muerto. “Luis [Alberto de Cuenca] es una persona muy generosa que considera que en su día compuso sus poemas pensando en mí, aunque sin saberlo todavía”, matizó.

Un contexto difícil.
“En el contexto difícil que atravesamos, es importante dar la imagen de esfuerzo y valores. Es el momento de los artistas reales que ofrecen cosas diferentes. Los que nos dedicamos a la música no somos unos personajillos que viven de la farándula y las subvenciones. Muchas veces nos jugamos nuestro propio dinero”, concluyó.