Cuando el mar baña el desierto: últimos días de ‘Almeriterráneo’ en Carboneras

El tratamiento de la luz y el color que siempre ha sido una "obsesión" en su trayectoria marcan la exposición 'Almeriterráneo', que Gonzalo Ortiz presenta en el Castillo de San Andrés de Carboneras hasta el sábado 1 de octubre.

"Fue el tremendo impacto que supuso para mí el conocimiento progresivo del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar a través del objetivo de mi cámara lo que realmente propició el nacimiento de esta  serie. Los colores de estos paisajes, su luz y sus contrastes imposibles, nacidos de esa mezcla única de minerales a ras del suelo y formas volcánicas que erupcionan intempestivamente. Y, sobre todo, esa paradoja que marca la esencia de su existencia: un mar bañando un desierto. Una utópica conjunción  que define el auténtico motor y leitmotiv de esta colección, creo que la más depurada de las que he hecho hasta ahora", reflexiona Ortiz.

El artista recuerda que la fotografía ha sido el eje de la trayectoria artística, profesional "y en definitiva de la vida" desde que su padre le puso una cámara en sus manos, "enseñándome los fundamentos de este arte que tanto tiene de ciencia".

En 'Almeriterráneo', un proyecto "pensado y procesado durante varios años", Gonzalo Ortiz busca una imagen más abstracta y conceptual, "casi onírica", de los escenarios del Parque Natural. Lugares como Las Negras, Rodalquilar, la Playa de los Muertos, el Camino de Los Albaricoques, Las Salinas, El Pozo del Fraile, la Isleta del Moro o el Cortijo del Fraile protagonizan las obras expuestas.

"El contraste entre los singulares tonos y formas del Parque me permite reinventar una nueva visión del mismo, con cielos irreverentes, construidos mediante cientos de fotografías captadas en diferentes horas y estaciones, de un Mediterráneo que se transforma en aire", dice.

Así, las texturas marinas y los paisajes terrestres se "enfrentan y hermanan" sin mediadores, consiguiendo, en un ejercicio de "sincretismo imposible", multiplicar su intensidad y definir su esencia "con una pureza extrema".

Una mirada de este rincón de la provincia, "obviamente subjetiva y muy personal", que navega entre el sueño y la realidad. O como día Calderón... "que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son".

Trayectoria

Gonzalo Ortiz centró sus primeros trabajos en la fotografía de viaje, recogidos en revistas de las que fue colaborador, como 'Aventura' y 'Viajar', así como en exposiciones entre las que destaca la individual 'Mira Oriente' (FNAC, Madrid).

En otras series ha abordado la fotografía de jazz, nacida de su pasión por este estilo, que se plasmó otra vez tanto en publicaciones especializadas, como 'Ritmo' y 'Más jazz', y en exposiciones como 'Impresión Musical' (Universidad Complutense, Madrid), 'Jazz Fotografía' (Sala Salamandra, Hervás) o 'Grandes maestros del jazz en Cabo de Gata' (Sala Carmen De Burgos, Rodalquilar).

Tras abrir Fotograbesa, su estudio y el espacio en el que desarrollar su potencial creativo, continúa explorando con distintos motivos, estilos y técnicas un tema "casi obsesivo" en su obra: la luz. 

Durante los "tremendos tiempos de pandemia", recuerda, nace una colección llamada 'CovidMadrid'. Una de las obras de esa serie, 'Soledades', forma parte de la exposición permanente en el Pabellón de Moneo de la Maternidad del Hospital Gregorio Marañón, en Madrid.

Ahora, "cautivado por los contrastes, el colorismo y la naturaleza tan singular" de Cabo de Gata, ha añadido el paisaje a su obra. Así nace 'Almeriterráneo', donde Ortiz transforma el Mediterráneo en aire.