Estrellas del rock y lápices afilados para darle picante a un recetario canalla

La comida preferida de Elvis Presley era el sándwich de crema de cacahuete aderezado con plátano en rodajas y salpicado de láminas de bacon bien crujiente. Una excentricidad que no desentona en la personalidad de alguien que, con su historial, llegó a pedirle a Nixon que le nombra agente federal para luchar contra el consumo de drogas.

La receta, auténtica (y no le ponemos adjetivos, eso al gusto de cada lector), fue la chispa que encendió la siempre inquieta mente de Antonio J. García ‘Che’: ¿qué tal asociar a un puñado de estrellas del rock otras tantas propuestas gastronómicas tan poco convencionales como sus figuras? La idea se hizo aún más redonda al salpimentarse con ilustraciones de cada uno de los músicos trazadas por Alejandro Ortega. Así nació ‘Platos a 45 r.p.m.’ (Producciones Descerebradas), un librito que emula el diseño de un sencillo para ‘sonar’ al mismo tiempo como un recetario gamberro y como una antología de biografías nada ortodoxas. Quien disfrutara de 'Versos veganos', la anterior propuesta del autor en el mismo sello, sabrá entender el concepto. 

“Mi cabeza es como un ‘pinball’, siempre hay cosas botando. Y un día, con esto del plato favorito de Elvis, se me ocurrió la coña de que habría que añadirle dos laxantes para no morir de pereza intestinal en el váter, como él falleció”, cuenta ‘Che’ a LA VOZ.

Así comenzó a cocinarse ‘Platos a 45 r.p.m.’, que ve la luz esta semana: se presentará en el salón de actos de la Escuela de Arte y Superior de Diseño Carlos Pérez Siquier el viernes 24 de noviembre a las 19 horas con la presencia de los dos autores, escritor e ilustrador. 

Biografías canallas

La obra reúne veinte biografías “bastante canallas” de figuras del rock, en su mayoría, porque hay algunas que se escapan de la etiqueta pura. Ahí están Lola Flores, Fela Kuti y Miles Davis, cuyas personalidades son "fronterizas" con el estándar de una ‘rock star’.   

Y si bien la receta del sándwich de marras asociada a Elvis formaba parte habitual de la dieta del de Memphis, ‘Che’ deja volar su imaginación en un juego de asociaciones que remite a la improvisación del jazz.

Así, para Bob Dylan, “que siempre viaja en sus giras con un chef de origen escandinavo”, propone ‘Tostada de salmón noruego con chilli peppers’. Para Jim Morrison, por sus “conexiones desértico fronterizas” y su desmesurada afición al alcohol, un ‘Estofado de frijoles al ron’. Y para Johnny Cash, que a punto estuvo de perder la vida por culpa de un avestruz, un, claro, ‘Estofado de cuello de avestruz’. No falta un guiño a la tierra´con el ‘Gazpacho de sandía y hortalizas de El Ejido’ dedicado a Mick Jagger.

“Cada receta va vinculada a rasgos de la personalidad de cada músico. Y todos los datos biográficos que recojo son completamente reales”, aclara. 

Cada receta, además, se acompaña con la sugerencia de una canción como acompañamiento: por ‘Platos a 45 r.p.m’ desfilan temas como ‘A pair of brown eyes’ (The Pogues), ‘Flaming Pie’ (Paul McCartney), ‘Love Gun’ (Kiss) y ‘Tanguillos de la guapa de Cádiz’ (Lola Flores), entre otros.

Rockeros y humanos

Las semblanzas están regadas por las ilustraciones de Alejandro Ortega. “Ha hecho unas caricaturas excelentes, serenas, el contrapunto a la mala leche que desprenden los textos”, apunta ‘Che’, fotógrafo y profesor en la Escuela de Arte.

El  conjunto sirve para humanizar a las estrellas que pueblan las poco menos de cien páginas del libro. “Siempre digo que soy un mitómano iconoclasta. Porque en el fondo Elvis era un paleto de Memphis, Dylan es un huraño antipático y Gene Simmons, vocalista de Kiss, es todo postureo: va de diablo y no ha probado el alcohol en su vida”, asegura.

Sí hay una nota al margen, un ‘bonus track’: un capítulo, el último, dedicado a Carmelo Villar, fallecido en noviembre de 2022 a los 62 años. “Él era de Sevilla, pero llegó a Almería en los 80 y revolucionó el panorama musical con grupos como Los Traidores o Sendero Luminoso. Luego fue productor en Canal Sur durante muchos años. Era muy amigo mío y muy querido en el panorama cultural”, dice el autor de los textos.

La maquetación y el diseño de ‘Platos a 45 r.p.m.’ es de José María Parra, que junto a Che forma Producciones Descerebradas. Y el periodista y músico Nacho Para firma el prólogo: “El sello de Che es esa mirada irreverente y tierna a la vez, capaz de ver en los mitos lo que nadie quiere ver. Nada de genuflexiones ni vergonzosas pleitesías”, escribe.

Una fauna musical muy bien perfilada

Además de firmar el diseño de la cubierta de ‘Platos a 45 r.p.m.’, donde una guitarra eléctrica y un amplificador se mezclan con un gorro de cocinero y otros utensilios de los fogones, Alejandro Ortega despliega su talento con las 21 caricaturas de los protagonistas. “Cuando el Che me propuso participar, no pude negarme ante la posibilidad de dibujar esta peculiar fauna de músicos”, recuerda. 

Así, sumergiéndose en los textos “sarcásticos y cáusticos” del Che, entendió por qué le había encargado precisamente caricaturas. “No me tengo por uno puro: un buen amigo dice que hago ‘carirretratos’, ya que mi dibujo se acerca más al retrato que a la exageración extrema”, señala antes de contar que decidió aceptar el encargo y “tirarse sin vergüenza al barro como los hippies de Woodstock”.

Para Ortega, licenciado en Bellas Artes y docente, para captar la esencia de alguien en un retrato lo mejor es conocerlo. “Todos estos músicos se me antojan viejos conocidos de tanto como los he visto y escuchado en mi vida. Ha sido muy gratificante y en cierto modo sencillo dibujarlos. Sus rostros fluían como la música de mi lápiz, espero que bien afinado para la ocasión”. Y sin duda lo ha estado.