Solo los novios saben lo complicado que es organizar una boda. Elegir el sitio idóneo, seleccionar las flores más bonitas, degustar los menús más exquisitos, mover a los invitados a la ubicación elegida y proporcionarles el mejor hospedaje y entretenimiento son arduas tareas a las que se enfrentan las parejas que quieren unirse en matrimonio, además de las que le corresponden a cada uno de forma individual.
Para facilitar todo este tedioso y estresante proceso existen empresas como AmbrosiaWedding, una entidad especializada en destination weddingas ubicada en Almería. La cabeza pensante de este proyecto es la polaca Anna Ambosiewicz, y es ella quien se encarga de que todas las bodas que organiza salgan a la perfección sin que los novios tengan que preocuparse por nada.
"Cuando la pareja contacta conmigo y empiezo a organizar la boda, les busco el sitio donde se va a celebrar la boda, donde dormir, organizo las pre boda y el día posterior, traduzco todo lo que hay que traducir para que la comunicación entre los novios y los proveedores sea lo más fluida posible", explica la organizadora, quien se autodefine como un puente entre los novios y todos los agentes implicados en una boda en España. Y es que cabe señalar que la particularidad de su negocio son las bodas internacionales.
Escapar de la tradición
Quienes lo conocen, saben que el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar es un paraíso natural, pero también es el paraíso de las bodas internacionales. Cada año, Ambrosiewicz organiza alrededor de 20 enlaces en los que los futuros cónyuges son extranjeros que buscan unirse en matrimonio en un lugar idílico, tranquilo, rodeado de naturaleza y escapar de las ciudades masificadas de turistas. "No me imagino organizar una boda en un hotel rodeada de hamacas, con otros cientos de turistas", cuenta Anna Ambrosiewicz, quien además se aferra a la idea de que "el Cabo de Gata es un paraíso".
Asimismo, si hay algo por lo que destaca la organizadora, es por su tendencia a escapar de lo tradicional. "Quienes contactan conmigo lo hacen por varios motivos, bien porque los miembros de la pareja son de países diferentes y les parece más justo casarse en otro estado distinto, pero sobre todo, porque no quieren seguir el protocolo de su país", explica la wedding planner. Con ello se refiere a que las parejas a las que atiende quieren prescindir de rigurosas directrices de cómo hacer las cosas, dejar atrás las tradiciones de sus países de origen y disfrutar de una ceremonia a su gusto.
Una boda de tres días
Y tanto que lo consiguen. Las bodas que organiza Anna Ambosiewicz suelen durar tres días, cada uno de ellos dedicado a un quehacer diferente. "El primer día se suelen organizar actividades de bienvenida como comidas, cenas, excursiones u otro tipo de actividades para que las familias y amigos de las parejas se conozcan. El segundo día se dedica a la ceremonia propiamente dicha, y el tercer día es exclusivo para el relax. Se organiza un brunch, una comida o algún plan más tranquilo", explica la polaca. "Siempre les digo a las parejas que esto es una experiencia única, porque cuántas veces puedes pasar unos días libres con tus abuelos, tíos y amigos a la vez", añade con una sonrisa simpática.
El trabajo de esta organizadora se ha ganado la confianza de cientos de matrimonios y ha atraído hasta la provincia personas de Alemania, Estados Unidos, Canadá, Abu Dabi, Irlanda, Inglaterra, Turquía, Siria, Polonia, Suiza, Italia, Rusia, Francia, Bélgica y Holanda. "Lo que hace especial al Cabo de Gata es que no lo conoce mucha gente, pero todo el que viene se enamora de este lugar. Creo que el 95% de las parejas que se han casado aquí han vuelto después", narra Ambrosiewicz.
Extras y cuotas
Las bodas que organiza esta polaca nunca tienen un número fijo de invitados, este suele variar entre 10 y 80 personas, para las que se ofrecen servicios totalmente personalizados. "Cuando hablo con las parejas les pregunto por sus preferencias: si quieren algo más íntimo, se busca un lugar donde estén solos con la familia; y si quieren disponer de otro tipo de servicios, se selecciona un lugar donde dispongan de todas las comodidades", explica la organizadora.
En función a los servicios, las necesidades, el número de invitados y la ubicación elegida, el precio también varía. La cantidad de dinero base que necesita Anna Ambrosiewicz para empezar a organizar una boda se establece en 15.000, aunque la boda más cara que ha planeado costó 53.000 euros. "En esta había 70 invitados, para los que se organizaron los tres días completos y también había suplementos extras", comenta la wedding planner.
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