La almeriense Annët Batlles gana el Poesía Viva con una gran denuncia social

La artista Annët Batlles (Almería, 1991) ha sido proclamada ganadora de la sexta edición del Premio Nacional de Poesía Viva #LdeLírica, un certamen organizado por el Ámbito Cultural de El Corte Inglés y la Piscifactoría Laboratorio de Creación. Tras ganar la final, el pasado viernes declamó en el auditorio del Museo del Prado en un acto que fue retransmitido en directo por YouTube.

El concurso, creado en 2019 por Gonzalo Escarpa, celebra las "nuevas voces" y fomenta un cruce de disciplinas a través de la interacción y el encuentro entre la poesía y la 'performance', en un fenómeno que ya se conoce como neojuglaría. "Buscamos un ganador, un nuevo poeta, pero, sobre todo, queremos construir un tejido sólido de rapsodas, creando el primer certamen oral en toda España", explican los organizadores. 

Batlles conquistó el Poesía Viva tras imponerse en la final celebrada el 5 de octubre en el Ámbito Cultural Callao de Madrid. Una velada convertida en un 'ring' poético donde siete candidatos de diferentes regiones de España, seleccionados entre los 49 semifinalistas presenciales, se enfrentaron tras haber sido elegidos entre más de 3.000 participantes que enviaron sus propuestas en formato vídeo a través de Instagram y TikTok.

Como parte de su premio, la almeriense inauguró el viernes el ciclo #LdeLírica en el auditorio del Museo del Prado. Allí compartió escenario con el escritor, ensayista, sacerdote y poeta argentino Hugo Mujica y la cantante, compositora y divulgadora musical Sheila Blanco, así como con la poeta y creadora escénica Elsa Moreno, ganadora del 'Poesía Viva' el pasado año.

Poesía que denuncia un tabú
Annët Batlles ganó la final, denunciando con su voz y su poesía los abusos sexuales a menores. "Me he acercado a este tema porque este tema está cerca de nosotros: está en las familias, en los colegios, en las escuelas de arte dramático, en las academias de danza... Este tema existe, y está tan presente que parece mentira que sea algo tan desconocido, tan tabú. Creo que el arte tiene que tener un componente de denuncia social importante que invite a la reflexión, al conocimiento, a empatizar con otras realidades", comparte la artista en una conversación telefónica con LA VOZ.

Durante su intervención, de cuatro minutos de duración, Battles reflexionó sobre "cómo obligamos a los niños, bajo el disfraz de una falsa educación, a desconectarse de su cuerpo para complacer a la tía, al abuelo o al padre, por ser buenos". Lo hizo declamando frente al micrófono, sin leer y acompañada por unas enormes manos de trapo color rosa. La pieza, sin título, se destacó por una repetitiva y contundente frase: "Hay que proteger a los niños de los cocodrilos".

"Mi forma de escribir es bastante cruda. Aunque tengo mucho humor, todo lo que hago va en la línea de abrir puertas y desestructurar formas", añade. El jurado elogió su "presentación impecable" y la "ejecución" de unos textos que oscilan entre el humor cáustico, el posteatro y la poesía contemporánea.

Artista multidisciplinar, Annët Batlles fusiona poesía y lenguaje teatral en sus intervenciones, utilizando elementos escénicos como parte de su expresión artística. "Es más una puesta en escena que recitar con un micrófono delante", detalla. Suele abordar temas de crítica social, utilizando el humor y el sarcasmo, pero siempre con un lenguaje cotidiano. "Escribo sobre cosas sencillas, como el plato que hay en la mesa o las lentejas de mi abuela. Es un estilo que refleja el carácter de Almería, humilde y campechano. Todas las ciudades tienen una idiosincrasia, una atmósfera, y yo la veo reflejada en lo que escribo", comenta.

Sobre el certamen, Batlles destaca la "visibilidad" que le ha dado el galardón, gracias a la "impresionante plataforma" cultural que ofrece el Ámbito Cultural de El Corte Inglés. "Es un certamen muy exigente, en el mejor sentido de la palabra. Al principio mandan vídeos 3000 poetas de toda España. Luego eligen 49 aspirantes, dividen el país en siete zonas y son las semifinales presenciales. Yo participé por Comunidad Valenciana, Murcia y Baleares".

Aunque el premio no incluye dotación económica, Batlles publicará su obra en una antología editada por Huerga y Fierro Editores, que incluirá poemas de los finalistas y del ganador del accésit Juan Ramón Jiménez-Zenobia Camprubí. El volumen se publicará en 2025 y también recogerá obras de otros siete poetas que han participado en el ciclo #LdeLírica: Fernando Beltrán, Rosa Berbel, José María Parreño, Mª Ángeles Pérez López, Antón Reixa, Jorge Riechmann y la almeriense Aurora Luque, Premio Nacional de Poesía.

Quién es Annët Batlles

Aunque ha vivido en Sevilla, Barcelona y actualmente en Menorca, Annët Batlles se define como "almeriense de pura cepa". Tras terminar sus estudios en el instituto Alborán de su ciudad, se trasladó a la capital hispalense para formarse en la Real Escuela Superior de Arte Dramático, donde se graduó en Artes Escénicas.

Regresó a Almería, donde impartió clases de teatro y trabajó como actriz en la empresa Viajes en el Tiempo. Después del confinamiento, se mudó a Barcelona para seguir ampliando su formación escénica en el teatro laboratorio de Jessica Walker. En 2023 se trasladó a Menorca, donde autoeditó su primer libro, 'Hacerse el vivo no cuenta como vivo, señora', una mezcla de prosa poética y micropoesía, y donde imparte clases de teatro para niños.

A pesar de la distancia y de las complicadas comunicaciones con las Baleares, intenta regresar a su tierra dos o tres veces al año. "En julio estuve exponiendo ejemplares de mis libros y láminas poéticas en el Espacio Creativo ACAAF, que Inka Díaz y Julio Ruiz tienen en El Parador. Allí también realicé unas instalaciones para que las pudiera recorrer el visitante", recuerda. Para Batlles, presentar su obra allí fue una manera de "seguir en contacto" con otros artistas emergentes de Almería y de "estar unidos". 

Y si tuviera la oportunidad de recitar, ya como flamante ganadora del Premio Nacional de Poesía Viva, en algún espacio escénico de su ciudad natal, ¿cuál elegiría? "Me encantaría hacerlo en el Teatro Cervantes o en el Maestro Padilla. Le tengo mucho cariño al auditorio: de pequeña bailaba en la academia de Joaquín Turina y actuábamos allí a final de curso. Sería un honor de adulta hacer honor a esa niña que fui, a la que el arte le salvó la vida. Sufrí 'bullying' en el colegio y gracias a que mis padres me llevaron a clases de teatro y danza, tuve una infancia muy feliz. El arte es una medicina".