‘Ya nadie escribe cartas’... ¿o sí? Almería revive el arte de la correspondencia

La cultura está en auge y, al contrario de lo que lo que se suele pensar, los libros de papel "siguen teniendo tirón, porque la gente no ha dejado de leer". Así lo confirma Vicente, propietario de El Faro de Recóndito, una pequeña y acogedora librería del centro de la capital. Por su establecimiento pasan cada día muchos lectores. Todos ellos ávidos de las recomendaciones y consejos del librero que, como los negocios de antaño, recuerda el nombre de muchos de sus clientes, a los que dispensa un trato cálido y cercano. 

El Faro de Recóndito es un lugar especial en Almería, un remanso de paz y magia en el que las iniciativas literarias y culturales no dejan de aflorar. Entre clubs de lectura, presentaciones de libros y charlas culturales, destaca por su originalidad y singular belleza el club de lectura de cartas que el tendero ha puesto en marcha desde su local. ¿El objetivo? Recuperar un hábito que "siempre nos hizo felices" fomentando, a su vez, el ámbito cultural.

Un buzón rodeado de libros

Se trata de una iniciativa para recuperar el correo postal a través de la escritura de cartas a la vieja usanza: con la caligrafía de aquellos que se atrevan a embarcarse en esta nostálgica aventura. "Hemos habilitado un buzón en nuestra librería para que lectores de toda España se carteen entre ellos". La iniciativa ha reunido a 22 almerienses, 18 de los cuales ya han encontrado una pareja que vive fuera de la capital: "Se ha apuntado gente individual de Madrid, Barcelona, Cádiz e, incluso, una librería de Murcia", enumera Vicente.

El almeriense cuenta que la idea surgió de un libro titulado 'Ya nadie escribe cartas', publicado en la editorial Shiro: "Lo leí y me pareció que cruzar misivas entre distintos lectores fuera y dentro de la provincia era una actividad interesante. Lanzamos una campaña, tuvimos aquí a los editores a través de una reunión de zoom, que nos presentaron el libro, y a raíz de eso se apuntaron varias personas", recuerda Vicente. En un principio, el intercambio era para hablar sobre la mencionada novela, aunque posteriormente se abrió la veda para una temática más libre. El librero, sin embargo, no descarta escoger en un futuro otros títulos epistolares para continuar el club de lectura.

'Ya nadie escribe cartas', de la escritora surcoreana Jan Eun-jin, es una oda al pasado que invita precisamente a leer y escribir cartas, a realizar llamadas a través de las cabinas telefónicas y a recuperar lo analógico frente a lo cibernético. "Nuestra campaña no va de luchar contra lo digital, sino contra la pérdida de algunos hábitos que siempre nos han hecho ilusión", detalla el librero, quien subraya las ventajas de este poético acto: "Te obliga a concentrarte y a pensar antes de escribir".

A pesar del paso del tiempo, la emoción de recibir una carta no ha cambiado. Lo confirma Vicente, que es testigo de los rostros ilusionados de aquellos que reciben la noticia de la llegada de correspondencia a su nombre. "En los últimos días han llegado algunas cartas y aún tengo que llamar a sus dueños para avisarles. Cuando se lo digo, se ponen muy felices", añade, para después relatar el caso particular de una lectora catalana: "Estos días entre Navidad y Reyes vino una chica de Barcelona que se apuntó a la actividad porque tiene relación con Almería. Estuvo aquí, en la librería, para dejarme expresamente su carta, que era para otra lectora de Almería", cuenta con orgullo.

Vicente siempre supo que su librería no podía limitarse tan solo a vender libros. Internet y los grandes gigantes como Amazon, su principal competidor, hacen imposible subsistir tan solo vendiendo libros. Es por esto, y por el amor que le tiene a la literatura, que el almeriense vea en su negocio la oportunidad de cohesionar a la gente a través de estas actividades. Y qué mejor manera que a través de su puño y letra.