La otra cara de Manolo Martínez

Manolo Martínez Torrecilla nació el 30 de agosto de 1950 en Polopos, una pedanía perteneciente al municipio de Lucainena de las Torres donde allí aprendió las primeras letras. Tercero de cuatro hermanos varones, cuando Manolo tenía 14 años, la familia se trasladó al Rodon de Nijar cercana a Campohermoso, donde estuvo residiendo hasta que se casó, aunque antes con 17 años más o menos, empezó a venir a la capital concretamente al teatro Apolo con el grupo musical “Los invasores” de San Isidro para hacer realidad su ilusión de aprender música con el gran maestro Pepe Rícholi. 

¿A usted de dónde le viene su afición a la música?

Si le soy sincero, no sé ni de donde, aunque tengo la impresión que nací con este maravilloso veneno metido en la sangre. No me extrañaría que de niño en vez de llorar cantase.  La música me alimenta, me da la vida, por eso la quiero tanto y digamos que es mi vida más o menos, aunque la verdad es que aún me quedan cosas por hacer.

Y un buen día Martines, con sus camisas floreadas y sus pantalones de campana con los 18 años recién cumplidos se fue a Barcelona.

Y allí conocí a un gran empresario de espectáculos llamado “El Rubio”. comenzando mis actuaciones llegando hasta ganar un festival en Castelldefels. Estuve un tiempo por tierras catalanas, hasta volver a mi tierra y en el año 1970 me fui a Alemania para actuar ante los españoles que allí residían y alemanes. Fue un éxito tal, que incluso salí en varios periódicos, pero echaba en falta la tierra.

Y vuelve a Almeria para casarse y replantearse su futuro como cantante.

La cosa empezó a ir cambiado. Me caso y con la música entonces se ganaba poco y para salir adelante me metí en el mundo del transporte por carretera. Primero conduciendo un camión y varios años después, trabajando mucho conseguí tener mi propia empresa de camiones frigoríficos de transportes internacionales, y en eso he estado durante más de cuarenta años.

Pero usted para aliviar el venenillo de la música no llegó a encontrarle antídoto.

Me resistí y volví a retomar la música haciendo dúos, algún trío y actuaciones en solitario. Tuvimos un dúo “Pepe El Puma”, y yo que funcionó muy bien haciendo muchas actuaciones por Almería, Granada y Murcia. Luego otro dúo con María Morales, y ya en solitario sigo haciendo algunas cosillas, muy poco porque los años pesan, pero sigo al frente del teclado cantando “a mi manera” a través de mis páginas de Facebook.

¿Cuántas canciones lleva en su repertorio?

Pues en mi repertorio llevaré alrededor de unas mil canciones, de todos los estilos y géneros. 

¿Con que interprete se encuentra más a gusto cantando sus canciones?

Mas que cantantes o interpretes favoritos no se trata especialmente, si no de elegir y seleccionar aquellas canciones de quien sea, que más sienta y me gusten y las canto.

Sea sincero. Tiene pinta de tristón. No le vea animando una fiesta. ¿A los jóvenes les gusta cómo canta?

¿Tritón yo, quienes me conocen nunca lo dirían? Pero yo creo sinceramente que a los jóvenes le gusta mi música, porque puedo cantar cualquier estilo y además la mayor parte de las canciones que yo canto son eternas.

¿Usted es serio por naturaleza o solo cuando se pone frente al micrófono?

No, no. ¡Que manía!  Yo nunca soy serio, pero si se refiere a que ser serio es cumplir y hacer las cosas bien, sí que lo soy y mucho. 

¿Cuántos años lleva en los escenarios?

Los años que llevo en la música nunca han sido un tiempo continuo. Yo comencé muy jovencito, pero en cuanto empecé en el transporte lo tuve que dejar, ya que en ese trabajo no te queda tiempo para poder hacer bien otra cosa.

¿A usted que le cuesta más cantar? ¿Un rock o una balada?

A mí no me cuesta cantar ningún tipo de música, aunque unas cosas me puedan salir mejor que otras, pero yo me atrevo con todo y me puedo pasar perfectamente de una triste balada al flamenco más alegre.

De joven, ¿quién era su ídolo?

Hubo muchísimos. He sido un seguidor total de Raphael, me gustaba mucho Víctor Manuel.  He de decir, que el empresario musical que tuve en Barcelona estaba loco con Víctor Manuel. Yo lo hacía muy bien y siempre quería que cantara temas del asturiano. En canción española para mí la más grande fueron Marifé de Triana y Luis Lucena, y como no, nuestro entrañable Manolo Escobar.  Y en flamenco me quedo con Juanito Maravilla que contaba unos fandangos que me encantaban y n la lista de extranjeros me gustaban The Beatles, Led Zeppelin, Tom Jones y otros muchísimos más.

Usted básicamente se ha ganado la vida como camionero y empresario durante 40 años. ¿En la cabina del camión cuantas veces ha cantado “Amigo conductor “de Perlita de Huelva?

Canté esta canción en el camión muchísimas veces y muchas veces más cuando nos quedábamos un fin de semana en algún sitio en el extranjero lejos de Almería y sobrellevamos la nostalgia unas fiestorras de cante muy completas.

¿Cuál ha sido el lugar más importante donde ha cantado?

Para mis todos los sitios que he cantado son importantes, pero en 1969 cante en Barcelona en un local llamado Piscinas y Deportes que me encanto donde coincidí con muchos cantantes de moda entre otros Conchita Bautista actuando la misma noche haciendo una buena amistad.

¿Qué recuerda de su experiencia cantando en el extranjero?

Magnifica experiencia. Lo de actuar en el extranjero fue una emoción grandísima cantar en una carpa enorme y todo el público en pie aplaudiendo incluso una gran orquesta que tocaba también se emocionaron fue increíble.

¿En qué radica su secreto para tener miles de seguidores en su Facebook?

No hay tal secreto. Hay mucho amor por la música y lo de tener esos seguidores en las redes lo he conseguido, con humildad, sencilles y poner el alma “a mi manera” en todo cuanto canto.

Dicen que en la tercera edad también tiene muchos seguidores. ¿No ha pensado en crear un club de Fans?

¿Hacer un club de fans? Pues la verdad es que no lo he pensado. Podría ser bonito, no es mala idea, no…jeje. 

¿Cómo cree usted que lo ven como cantante sus hijos o sus nietos?

-Pues mis hijos. mis nietos y mi mujer bien. aunque mi hijo y mi mujer son muy críticos y me dicen que tengo ya que retirarme, pero ahí están los nietos que son los que me animan a seguir. 

Si le eligieran ¿Usted se atrevería a representar a España en Eurovision?

¡¡Usted no cambia Perez! Siempre con sus gracietas. Pues claro que sí, naturalmente, o no me ve usted capacitado. Cuídese amigo.