Más de dos horas de espera para besar los pies del Medinaceli

El primer viernes de marzo, la Catedral volvió a ser el centro de la diócesis almeriense Galería de imáge

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La Voz de Almería
22:49 • 07 mar. 2014

Como en el resto de España, el primer viernes de marzo se volvió a celebrar el tradicional Besapiés a Jesús Cautivo de Medinaceli, Señor de Almería y titular de la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús en su Prendimiento, Jesús Cautivo de Medinaceli y Nuestra Señora de la Merced.

A las ocho en punto de la mañana se abrieron las puertas del primer templo de la diócesis para que miles de almerienses pudieran besar los pies a esta imagen tan devocional en toda la provincia.

La junta de gobierno que preside José Antonio Miras y su consiliario y canónigo de la Catedral de la Encarnación recibieron en la plaza al alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez Comendador, quien asistió acompañado de los concejales, Juan José Alonso, Manuel Guzmán y Ramón Fernández Pacheco Monterreal, siendo de los primeros en llegar hasta la capilla del Sagrario, donde recibió culto durante toda la jornada e ininterrumpidamente.




Diputación
Eran las diez y media de la mañana cuando Gabriel Amat, presidente de la Diputación; y Javier Aureliano García, vicepresidente, se aproximaban hasta los pies del Señor Cautivo, cumpliendo un año más con la tradición.
A esa hora ya eran numerosos los almerienses que esperaban su turno, como también lo hizo el presidente de la Diputación, a pesar de haberle indicado que podía acercarse.

Por su parte, la teniente de alcalde del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, Eloísa Cabrera, se acercó por la tarde, al igual que el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Banahadux, Juan José Salvador, que asistió junto a su esposa y su guapísima hija, además de varios familiares.

Una de las citas obligadas y que marca el inicio de muchos trabajos en las cofradías capitalinas es este Besapiés, que desde que llegara la primera imagen en el año 1952, la devoción caló muy pronto entre los almerienses.
Esa primera imagen, también de la cofradía del Prendimiento, pero en esa ocasión radicaba en la iglesia parroquial de San Sebastián, siendo Arnoldo Rodríguez Rodríguez, fundador y gran impulsor de esta devoción.

Tras desaparecer la hermandad y con la crisis que sufrieron en la capital numerosas hermandades, Juan Antonio Barrios, con su esposa, María del Mar Cerrá, y un grupo de jóvenes almerienses, refundaron la cofradía y trasladaron su radicación hasta el primer templo de la diócesis, la Catedral de la Encarnación. Para tan importante cambio contaron con el apoyo del que fuera canónigo archivero y párroco de la Catedral, Juan López Martín, impulsor del mundo cofrade en toda la provincia.

La actual imagen, al igual que la que desapareciera tras el incendio ocurrido en la Catedral, es obra de Antonio Joaquín Dubé de Luque. La imagen es de talla completa, policromada y reflejando en su rostro el sufrimiento sereno.




La última misa
Las nueve de la noche era la hora prevista por la hermandad para realizar su misa, donde los hermanos realizan su protestación de fe y que se efectúa tras finalizar el triduo que los cofrades le han dedicado al titular de su hermandad.

Hasta altas horas de la noche, las colas continuaban en la plaza de la Catedral para poder acercarse hasta el Señor Cautivo de Medinaceli, que se encontraba bajo la imagen de Nuestra Señora de la Merced, imagen mariana también realizada por el imaginero sevillano Antonio Joaquín Dubé de Luque. En esta ocasión, la Virgen estaba vestida de hebrea, vestimenta tradicional con la que se viste








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