Solo mirada al frente de Parres aferrado al trabajo

Está siempre presente la constancia en las palabras de Manuel Parres. Lo suyo es la larga distancia, y su experiencia le lleva a mantenerse siempre en un lugar idóneo para ser útil al equipo. Ello significa estar permanentemente en un gran estado de forma, juegue más o menos. Se es jugador a tiempo completo, y no solo durante los partidos. Por ello, aplicando su filosofía, habla del cambio de año como una transición natural por transitar el mismo camino: “Claro que firmaba un 2017 como ha sido 2016, pero todos los éxitos vienen detrás de un trabajo duro, y lo que hay que hacer ahora es seguir el ritmo, pulir los detalles y pensar en el partido de Soria para obtener la victoria”.

El central ahorrador, que espera “una semana normal” después de todas las emociones vividas en muy pocos días, se fija en “los errores que hayamos podido cometer” para solucionarlos y que la marcha siga siendo firme. Este sábado saltó de inicio ante Cajasol Juvasa: “Piero me dio la oportunidad y lo que intenté es demostrar que estoy ahí para ayudar al equipo, que estoy en buena forma, y que seguimos trabajando”. Unicaja Almería tiene su posición bien cubierta, sin duda: “En nuestro puesto de central tenemos tres buenos jugadores y cualquiera puede hacer un buen papel”. Era el del sábado un choque decisivo, más de lo que se podría pensar a priori, sobre todo por lo acumulado.

En ese sentido, Parres disecciona la cita con todos sus elementos: “Fue un partido difícil porque veníamos de perder un título, llegábamos de una derrota que dolió porque siempre que lo tienes ahí, entre los dedos, y se te escapa, pues duele y

cuesta recuperarse”. Es el momento de sacar fortaleza: “Somos profesionales y al final hay que seguir adelante, y el partido del sábado fue complicado por eso, pero teníamos que pensar que lo que había pasado, pasado estaba”. No fue tan fácil de aplicar, pero se logró: “Se nos complicó un poco el primer set, empezamos mal, cinco puntos abajo, nos costó remontar y solucionamos el problema; después el juego más o menos fue bueno y sacamos el encuentro adelante y la victoria”.

En todo caso, no caben excusas en su mente de ganador: “Sabíamos que iba a ser una semana dura, con tres partidos de por medio junto con dos viajes también duros, uno a Canarias y otro a Teruel, dos partidos intensos tanto el de Vecindario como el de la Supercopa, y puede ser que tuviéramos algún cansancio acumulado normal, pero tampoco es excusa para haber salido bien, como tendríamos que haber salido”. No es menos cierto que el rival tiene un gran mérito: “Es verdad que Sevilla es un equipo que este año está poniendo las cosas difíciles, que está jugando bien, joven, con ganas, y nosotros gracias al buen trabajo en saque desde el segundo set, que a ellos les costó más, ganamos, y esa fue la clave”.

Pasado el primer nudo complicado del calendario, no hay pausa hasta dentro de una semana: “Creo que la mejor manera de rehacerse es seguir con el trabajo que estamos haciendo y seguir jugando como estamos jugando, demostrando que somos un equipo que va a estar ahí hasta el final y que vamos a luchar por los dos títulos que quedan”. No hay que motivar ningún cambio, porque se transita por lo correcto: “Hay que continuar con el camino de victorias y de buen juego”. En un equipo de gen ganador como Unicaja, lo que se espera es justo poder luchar por los entorchados, pero no se puede caer en la precipitación, sino pisar fuerte en el recorrido hasta que llega el momento, “sin impaciencia de que llegue”.

Antes de Navidad se vive “una semana normal con un solo partido el sábado, y eso sí, con un viaje otra vez duro para acabar el año”. Tras los kilómetros, un rival que se juega mucho: “Me espero allí a un Soria con ganas de hacer algo contra nosotros, queriendo aprovechar que quizá nosotros estemos todavía pensando en la derrota de la Supercopa”. Por si acaso fuera así, que quede aún algún peso extra de la final de Teruel, Parres tiene la receta: “Tenemos que borrarla ya y pasar página, olvidarla y volver a jugar como estamos jugando, centrarnos en la semana de trabajo, llegar allí y hacer un buen partido para llevarnos la victoria”. Se trata del último esfuerzo, pero por ahora.

En Los Pajaritos, lugar mítico del voleibol español, las cosas no serán ni mucho menos sencillas: “Soria va a tener ganas de dar la sorpresa, de sacar algún punto, juegan en su casa, con su público, para nosotros es un desplazamiento difícil y tenemos que ir concentrados en que es el último partido del año”. Después llegará un más que merecido descanso, “recargar las pilas y volver otra vez ‘a full’ para comenzar el año de nuevo a tope”. Tras el parón el visitante será precisamente CV Teruel, último partido de la primera vuelta, límite para establecer la Copa del Rey.

En la pugna por entrar están en Río Duero San José, apurando unas opciones, que pasan por doblegar a los ahorradores este sábado.