Es un hombre sencillo, al que no le gusta ser protagonista, pero le ha llegado el momento. El almeriense Fran Fernández se hizo cargo de la primera plantilla en el momento más delicado de la entidad en las últimas fechas, estando en última posición a cuatro puntos de la permanencia, y con un vestuario que debe asumir que tiene la pelota en su tejado. Desde el martes parece un niño con zapatos nuevos. Fran Fernández, junto a Pepe Morales, Sergio Pardo y el director deportivo, Raúl Lozano, prepararon la sesión de este miércoles, que se desarrolló sin problemas.
Seguimiento
Pocos minutos pasaban de las diez y media cuando saltaba el Almería al campo Anexo. Primero lo hicieron Albert Batalla y Henrique Sereno. A continuación, Fran Fernández y su cuerpo técnico. Sin detenerse, se fue al centro del campo y dio una pequeña charla a la plantilla sobre los objetivos del entrenamiento. Carpeta en mano, formó tres equipos y trabajó las acciones a balón parado, no sin antes hablar con los futbolistas.
El míster no pudo contar con el portero Julián Cuesta ni con el extremo Karim Yoda, ambos lesionados y duda para el partido en Lugo. El resto del equipo trató de hacerle más fácil el estreno a Fran Fernández, y como muestra de gratitud, el almeriense se acercó uno por uno a los jugadores al término de la sesión para felicitarles por el trabajo.
Camino del vestuario, y siempre pegado a Morales y Pardo, mostró su felicidad por el desarrollo el entrenamiento: “Yo tengo buenas sensaciones”, explicó Fran, un técnico con ideas frescas repletas de ilusión, y que mantiene al filial en puestos de Play Off de ascenso a Tercera División. Está en plena progresión en los banquillos.
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