Lunes 13

Ya se han cargado a Ramis como a Sergi, Rivera, Carrillo, Gorosito, Soriano... uno más y un Almería menos que nos perdemos entre tanto lío de banquillos con equipos que no tiene alma.

Hoy es lunes 13 y se despide Ramis para saludar a Fran Fernández mientras la plantilla hablará por boca de sus capitanes y uno no sabe que se le puede decir ya a esta afición desencantada.

Vamos dando tumbos por la Liga Profesional sin que alguien lo pare y vamos a terminar en el pozo de la Segunda División B con diseños infumables unos y sin respuesta otros: los top que no aparecen.

Todo jugador que fiche el Almería se vuelve peor en este club y así llevamos muchas temporadas sin que nada cambie. Salvados por la campana pensamos que toda la culpa es de los técnicos y los futbolistas de rositas.

Alfonso García tiene que darse cuenta este lunes 13 que desde la jornada 13 estamos en descenso y no llevamos ni 13 puntos en 14 jornadas de competición.

Esto no es culpa de los entrenadores. Ni es culpa de los jugadores. El problema está en la dirección de la entidad repartida entre Alfonso García y Miguel Corona. Uno por el dinero que le da para hacer plantilla y el otro por no acertar en los fichajes.

Y si Alfonso y Corona me dicen que hay dinero y se ha fichado bien, que miren la clasificación de esta y las pasadas jornadas y me expliquen qué está pasando aquí.

Hoy es lunes 13 y Ramis está en la calle pero el Almería no es de Ramis ni de Casuco. Ni de Alfonso ni de los futbolistas. Ni de Soriano ni de Corona.

El Almería representa a una provincia y tiene una afición hasta las narices de ver a su equipo muerto sin defender el escudo como Dios manda.

Pasan los entrenadores y los jugadores, y el Almería que tenemos lo vamos a levantar entre todos. Alfonso el primero que cada año tiene que echar un cable para salvar el proyecto. Si no fuera por el...

El Almería está muerto y hoy hablan los capitanes en la sala de prensa cuando donde tienen que hablar cada fin de semana es en el terreno de juego.

Creo en Alfonso García. Creo en Corona. Creo en la afición.

En la plantilla no confío.