LaLiga ha manejado desde el inicio de la crisis del coronavirus hasta diez calendarios diferentes para organizar la vuelta del fútbol en Primera y Segunda. Todo en coordinación con la UEFA, y ahora hasta con la RFEF tras la tregua que se han dado, y siempre bajo las directrices del Gobierno. Muchos de esos planes fueron desechados por las circunstancias (los de abril y mayo), así que en la actualidad Javier Tebas se ha centrado en las opciones que dan junio y julio. Sin embargo, y pese a que aún no descarta ninguna alternativa porque aquí manda un virus y la desescalada, tiene una fecha grabada a fuego. Y así se lo ha transmitido a los clubes: el 12 de junio. La razón, según aseguró el presidente de LaLiga, es que ese viernes se cumplirán 90 días desde que se decretó por primera vez el Estado de Alarma y, según los contratos firmados con los diferentes operadores de televisión (casi 100 en todo el mundo), es a partir de entonces cuando pueden solicitar daños y perjuicios, anulaciones de contrato, compensaciones por la ausencia de fútbol o indemnizaciones. “Vosotros veréis”, les dijo tajantemente advirtiendo de las consecuencias.
Dicho y hecho. Los clubes, que antes hablaban del 19 o el 26 de junio como otras posibilidades para comenzar con menos riesgos, han dejado de mover el abanico. De hecho, muchos presidentes que oyen a sus entrenadores y jugadores hablar de que el 12 de junio es algo precipitado (antes se quiere poner incluso el Rayo-Albacete aplazado), se tensan. La mayoría, exceptuando los grandes y los equipos que suelen estar en Europa, dependen en sus presupuestos de los ingresos audiovisuales hasta en un 75% . Hay muchísimo en juego. LaLiga ya estimó que las pérdidas en caso de poder jugar a puerta cerrada, como parece que sucederá, estarán cerca de los 350 millones de euros. Aun jugando con público, algo que ya será imposible hasta 2021, el agujero hubiera sido de 150. Y si no se pudiera reiniciar la competición, una opción que todavía no está descartada aunque se antoja improbable, rondarían los 1.000 millones. La tele juega aquí un papel fundamental y Tebas quiere proteger a los clubes de sus efectos negativos. Cuanto antes eche el balón a rodar, menos peligro habrá de perder más de lo que ya se ha esfumado.
Los clubes esperaran ingresar por la televisión esta temporada 2.111 millones pero, al final, esa cantidad, en el mejor de los casos, se quedará en 1.915 (el 57% es por los derechos nacionales y el 43% por los internacionales). LaLiga, para que los clubes no entraran en pánico y pudieran contrarrestar la falta de ingresos por taquilla, merchandising, museos y otras partidas, ya ingresó hace dos meses el tercero de los cuatro pagos de la tele (unos 500 millones) como adelanto a devolver si no se jugaba, y aún debe abonar el otro 25% (550 millones). Una cantidad ésta que ya no ingresará a cuenta hasta que las teles lo paguen y que suele ser el mayor de los ingresos puesto que en este pago se ajusta la repercusión vinculada al final de curso. Cada presidente ya sabe cuáles serán sus pérdidas aparte de la tele, tanto si se reanuda la Liga como si no (41 millones por taquilla, entre los 42 clubes, y 88 por abonos). Lo que ya han interiorizado, porque Tebas no deja de recordárselo, es que hay que empezar ya, sometiéndose a las normas, para que la caja no sufra más. Para volver al equilibrio que había harán falta dos años en el fútbol español. Conviene no necesitar más.
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