‘Cohete Alacio’ para clavar la bandera verde en la luna

Unicaja Costa de Almería ficha al central malagueño, de tan solo 20 años

El nuevo jugador del Unicaja, de rival en el Moisés Ruiz.
El nuevo jugador del Unicaja, de rival en el Moisés Ruiz. La Voz
La Voz
12:33 • 10 ago. 2021

No siente vértigo, aunque podría. Estaría plenamente justificado que así fuera, que David López Alacio (Málaga, septiembre de 2000), a sus todavía 20 años, en plena preparación del Preeuropeo con los Red Lynxes, mirase hacia abajo y buscara algo a lo que agarrarse para no caer. No tiene tiempo de preocuparse de ello, ya que hay todavía todo un firmamento por escalar y, además, sabe que, efectivamente, cuenta con quien lo sostenga: “Mis amigos y mi familia me apoyan y son los que me hacen tener cada día más ambición”. Central que roza los dos metros, del colegio a Pizarra, a la Selección Permanente, a Boiro, a la Selección Absoluta, todo eso con 18 años, y a Manacor para dos temporadas brillantes de debut y confirmación en Superliga. Ahora, Unicaja Costa de Almería: “He soñado con jugar aquí desde que empecé”.



En plena pretemporada, a la que se incorporará ya comenzada por su compromiso con el combinado nacional, cumplirá los 21. Ha sido muchísimo lo recorrido en muy poco tiempo, y llega a “este gran club histórico”, como lo él mismo lo define, con sus credenciales por delante. El bagaje acumulado es importante, pero lo será más aun el grueso de la carrera que va a amasar desde este momento, vestido de verde: “Me siento muy contento de jugar aquí, era mi sueño, y el interés ha sido mutuo; yo tenía muchas ganas de fichar por este club y a la vez el club me quería, así que el acuerdo se ha hecho más sencillo”. De hecho, apuesta por el proyecto de Antonio Rodríguez, estando desde el primero netamente diseñado por la nueva junta directiva y mirando al mañana: “Por supuesto que sí me veo incluido en ese futuro y espero poder estar; daré todo para que así sea y poder jugar en Europa con Unicaja Costa de Almería”.



La competición continental de clubes sería el siguiente paso de su escalada, todavía en ‘tiempo récord’ de precocidad, y si en el camino llega un primer título, bienvenido sea, con la prudencia que le está guiando hasta ahora: “Se está formando un grupo muy competitivo y con grandes jugadores, y sé que este grupo va a dar guerra y no se va a rendir nunca para poder llegar lo mas lejos posible”. Su táctica ha sido fijar la posición y seguir hacia arriba, lo primero sabiendo aprender de todos y de todo lo que ha vivido: “Para nada me da vértigo lo rápido que asciendo; creo que esto es el fruto del trabajo duro y de la constancia, ya que nada ha sido fácil, sobre todo en los comienzos, en los que mis padres me han ayudado mucho”. Bien arropado, cabeza privilegiada, así es como se desenvuelve en la pista, con una madurez impropia.



Se pone a las órdenes de Manolo Berenguel, un técnico que para Alacio es ‘reclamo añadido’ a sus deseos de ser ahorrador: “Es un gran entrenador y, de las veces que he jugado frente a Unicaja Costa de Almería, siempre ha demostrado tener mucha garra y nunca bajar los brazos ante situaciones adversas, cosa que me gusta mucho y que comparto”. En todo caso, siempre saca aprendizaje, porque todo es valioso en su proceso: “Me han marcado mucho todos los entrenadores que he tenido, del primero al último, y todos los jugadores con los que he compartido pista”. Otra cosa que le ha hecho decantarse por el verde es “la cercanía con Málaga, tener mi casa cerca y que mis padres puedan venir con frecuencia a ver mis partidos”, confiesa a la par que desvela que “Rubén (Lorente) me habló muy bien del club y de Almería”.



Merecedor de la confianza de David, “él es un amigo que me ha ayudado mucho en Manacor y por eso sus palabras sobre Unicaja me ayudaron a decidirme mejor”. Su perspectiva desde ahora es “seguir teniendo el crecimiento que estoy llevando como jugador y como persona, y voy a darlo todo como siempre”, textualmente, con reto a la medida de la tradición del club: “Espero poder ayudar a conseguir títulos, para lo que trabajaré duro”. Se siente bien arropado al echar la mirada a la plantilla con la que va a compartir temporada: “Del equipo lo que espero es que rememos todos juntos hacia los objetivos y nos convirtamos en un buen grupo, que busque ganar y a la vez disfrutar en la pista todos juntos”. Eso tendrá su reflejo en la grada, claro: “Espero a la afición en el Moisés para que disfruten del espectáculo asegurado”.



Muy temperamental, capaz de lograr la conexión con el público, confirma lo que se espera de él, visto su juego como visitante: “Voy a darlo todo para proporcionarle al club victorias, así que espero que la afición lo dé todo animando para que así sea”. A ella se dirige: “Para que me conozcan más, soy un jugador con mucho carácter y garra, y siempre celebro con mucho entusiasmo, siempre doy el cien por cien”. Para que se pueda compartir toda la magia que generará una temporada de ilusión sabe que el rival común de todos es el mismo, el coronavirus, si bien se muestra optimista: “Por supuesto, ahora con la vacuna pienso que poco a poco podrá ir entrando más gente a los pabellones y se irán calmando las cosas”. Superado eso, la diversión es segura: “Los equipos se están reforzando muy bien, la SVM será muy competitiva y será bonita de jugar, y sobre todo muy espectacular para el espectador”.



Lo inminente, eso sí, es dejarse todo por España en el Preeuropeo cuya preparación ya le ha traído a Almería: “Veo un buen grupo, con ganas de hacer las cosas bien y llegar lejos; no será fácil, habrá que dar el máximo, pero no es imposible, y sé que todos juntos podemos hacerlo”. Lleva dos años vinculado a la Selección Española, con Fernando Muñoz, que fue el primero en convocarlo, y con Ricardo Maldonado, que ha seguido haciéndolo, además con el conocimiento de causa de haberlo tenido en la Permanente: “Fue un sueño, empecé a darme cuenta de que podía dedicarme a este maravilloso deporte y la calidad de los entrenamientos, junto a los grandes jugadores que entran allí, me hicieron ser lo que soy actualmente”. Con todo, en su recuerdo, siempre, Cristóbal, su primer entrenador en el Colegio La Colina, ahora CV Cártama: “Hizo que me decantara por practicar el vóley”.



Alacio es un apellido que porta tan solo algo más de un centenar de personas, y es el que luce en la camiseta, pero además este ‘joven veterano’ es especial por tener un carácter luchador y agradecido: “En Pizarra empecé a jugar federado y me formé como como jugador y como persona, un club al que tengo y siempre lo tendré en el corazón, donde he hecho muchos amigos; en Boiro pasé un gran año junto a amigos y gente que hacían más ameno mi primer año viviendo solo, un club al que también le tengo cariño; y de Manacor solo puedo tener buenas palabras, ya que ha sido mi casa durante dos años y de allí me llevo grandes personas”. Ese modo de hablar de su pasado es algo que valora especialmente Unicaja Costa de Almería, así como su seguridad al insistir en que “habiendo vivido todo eso, para nada hay vértigo”.


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