LA VOZ junta a los Carreño en la pista

No será una temporada más para ‘Charly’ Carreño, el entrenador de Unicaja Costa de Almería para las dos siguientes temporadas después de la etapa de Manolo Berenguel en el banquillo ahorrador. Y no será un curso más porque será muy especial con su hijo Marco formando parte de la plantilla para la campaña 2023-2024. El padre en el banquillo y el hijo en la pista, cuando juegue.

LA VOZ cita a los dos en la pista de Pabellón Moisés Ruiz y se presentan juntos; se entienden con la mirada. ‘Charly’ lleva mucha ‘mili’ en el mundo del voleibol y una experiencia magnífica en el extranjero, donde ha llenado su mochila para ser hoy en día un técnico con mucho mercado fuera de España.
De hecho, cuando lo llamó Unicaja Costa de Almería tenía en cartera varias ofertas de fuera, de muy lejos de España, pero después de sentarse y analizar todo dio el ‘sí quiero’ al club  ahorrador.

Sabe mucho de voleibol y la afición espera mucho de este entrenador que analiza cada pregunta y respuesta con mucha seguridad. Sabe lo que dice en todo momento, no se le escapa nada en sus reflexiones con LA VOZ a pie de pista en el Pabellón Moisés Ruiz, al que define como “mi casa”.
Vamos primero con el padre, luego con el hijo, un chaval de 18 años que transmite seguridad, sabe lo que dice en cada segundo.

La experiencia

Toma la palabra el entrenador: “El Unicaja Costa de Almería 23-24 será muy competitivo; quiero que los chicos disfruten en los entrenamientos para que eso luego se traslade al partido para que haya conexión entre el equipo y la grada. Hay que aprovechar el tirón de los juniors de oro”.
Desvela cómo fue el día de la llamada del club ahorrador: “Tardé en dar el ‘sí’, les comenté que no tenía nada cerrado y cuando volviera a Almería empezaríamos a tratar el tema. Estaba fuera y me llamaron, así fue”.

Carreño señala que “mi cabeza no estaba aquí, aunque me considero de aquí; tenía la cabeza en el extranjero; tenía la Selección de México sénior femenina, también había algo por Perú, otro equipo en el norte de Europa... tengo mercado en el extranjero, pero pensé que sería interesante dirigir al Unicaja esta temporada”.

Y Marco Carreño en la plantilla: “Será un año muy especial, es mi hijo. Tengo grandes expectativas sobre él y no me refiero que vaya a acabar el año siendo titular y sí que hay que dedicarle mucho tiempo dentro de la pista y en el gimnasio, y ser capaz de valorar la capacidad que él tiene para desarrollarse a alto nivel, pero las mismas expectativas tengo con el resto de jugadores”, aunque habla claro y dice: “Es cierto que hay un plus con Marco porque llevo doce años fuera de casa, son muchos, y estar tan cerca de él será especial”, señala.

Marco dice que su vida es el voleibol: “Así es, pero también está muy centrado en los estudios, tiene una facilidad muy grande para estudiar y con poco hace mucho, algo de cabeza tiene... (risas). Es un chico con talento como tantos; todo depende de él, del trabajo, sufrimiento...”, recuerda un entrenador con las ideas muy claras en el voleibol.

El futuro

Vamos con Marco Carreño: “Estoy muy contento porque juego en mi casa, en el equipo de mi vida”, dice el joven receptor, que desvela que “venir al Pabellón Moisés Ruiz me da vida todos los días, es algo emotivo”.

Quiere hacer carrera en el voleibol y desde siempre lo ha tenido claro: “Desde que empecé hace once años, aunque no dejaré los estudios, eso también lo tengo claro”. Primero probó con el fútbol, pero “cuando jugué mi primer partido me enamoré del voleibol, fue en el colegio, me apunté y hasta el día de hoy”. Se define como un receptor “poco experimentado”. Desvela que “mi padre me da el empujón para que mejore, pero la exigencia la pongo yo; cuando sé que venía él pienso que ¡viene él! y yo tengo que estar más puesto que nunca. En casa solo hablamos de voleibol”, explica Marco.

Los objetivos 23-24

La pregunta ¿cuáles son los objetivos esta temporada?, tiene su respuesta en cinco segundos: “Jugar las finales, tenemos que estar ahí y nos gustaría a todos sacar algún título. Pelear con Canarias hasta el final respetando a los demás rivales”, dice ‘Charly’ Carreño a LA VOZ en la pista del Pabellón Moisés Ruiz.

“El proyecto es de dos años, de dos temporadas, y a partir de ahí ya se verá si las dos partes estamos contentas, si el trabajo tiene sentido y las cosas se hacen bien. Siempre lo digo, yo no entreno para quedarme, nunca pienso así; entreno para disfrutar de mi trabajo y si es útil para el club perfecto”.