Una campeona que sigue soñando despierta después de ganar el oro en natación en la prueba de los 100 Metros Braza en los Juegos Paralímpicos de París. La nadadora de origen ucraniana y criada en El Ejido sigue siendo noticia después de una final espectacular en la que fue la mejor de todas.
Anastasiya Dmytriv se colgó el oro en la capital francesa después de una exhibición tanto en la semifinal como en la final en la prueba preferida y en la que más rinde.
Tasy, como le gusta que la llaman, jamás olvidará aquel viernes, día 30 de agosto de 2024, cuando París se rindió por su forma de nadar en la gran final de los 100 Metros Braza en los Juegos Paralímpicos en la capital gala. Anastasiya Dmytriv asegura que "estoy muy contenta y muy orgullosa por el trabajo hecho. He sentido emoción y he querido hacerlo lo mejor posible. Estaba nerviosa".
Inolvidable
La campeona recuerda con mucha emoción la charla con la reina Leticia: "Me ha dicho que está orgullosa y contenta por lo que he logrado. La reina me ha dicho que intente hacerlo lo mejor posible en las próximas pruebas".
Anastasiya Dmytriv desvela una historia muy curiosa: "Antes de salir lloré porque cuando me pongo nerviosa lloro antes", dijo la nadadora que llegó a El Ejido de Ucrania con solo dos años. Añade que "quería hacerlo lo mejor posible, pude saludar a mi familia, y eso me dio mucha tranquilidad antes de la final".
La cabeza ordenada porque sabe lo que quiere en la vida, tanto a nivel personal como en el mundo de la natación, y en ese sentido comenta tras ser una estrella de oro en los Juegos Paralímpicos de París lo siguiente: "Voy a ahorrar y cuando sea mayor lo gestionaré. No he pensado en caprichitos. A lo mejor voy a un restaurante con mis padres. No voy a hacer nada especial"
Anastasiya Dmytriv explica que "la mentalidad es lo que ha hecho que salga con fuerzas, iba pensando en positivo. Iba enfocada en mi carrera pero alguna miradita hice a las rivales".
Recordar que llegó a El Ejido con solo dos añitos con sus padres Andrey y Natalia, y a los cuatro años comenzó a practicar al mismo tiempo natación y gimnasia rítmica, pero finalmente apostó por la natación, su deporte preferido y su gran pasión.
Con tan solo 13 años se proclamó campeona absoluta del mundo en 100 Metros Braza SB8. Aquello no fue casualidad porque reeditó el oro en el Mundial de Mánchester. Una campeona en letras mayúsculas en la piscina, donde se mueve como pez en el agua. No es un topizaco. Es así, es la joven perla de la natación paralímpica española, la niña maravilla.. Junto a los dos oros mundiales, tiene un bronce mundial en 200 estilos SM9 y oro y plata mundial en relevos 4x100 estilos mixto. Se ha convertido en poco tiempo en una coleccionista de medallas y con un futuro fantástico en la natación. Y ahora oro en los Juegos de París. Casi nada.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/6/deportes/279565/no-pienso-en-caprichitos