Cholo reune en Huércal a todos sus pilotos

Este año va a ser mejor. Tras el estreno del Memorial Cholo el pasado 2012, toca confirmar en la segunda edición la gran fiesta del motor que celebrarán por igual amigos del malogrado piloto y aficionados huercaleños.
Serán más pilotos pero con el mismo sentimiento del primer día: correr a la memorial del amigo que se fue. La prueba tendrá un ganador y un último pero todos va a contar igual a la hora de subir a un podio que estará liderado por Miguel Ángel Pérez Gómez, Cholo.

La carrera El escenario se repite pero el Circuito de Huércal está cada día mejor. Reina el espíritu de Cholo, ese que les lanzó hacia la aventura de dar vida a un trazado donde fomentar por igual a pilotos y aficionados.
Aquellos sueños se hicieron realidad y toca disfrutar a los presentes con la mirada puesta en el cielo recordando al amigo que se fue y tanto hizo por tener lo que hoy disfrutan todos. A las 19, 30 horas está prevista la salida de la carrera y a ella asistirán las autoridades huercaleñas con su alcalde, Juan José López de las Heras, a la cabeza.
Asisitirán familiares y amigos de Cholo, hombres del deporte en su mayoría ya que en la villa huercaleña no se puede concebir la práctica deportiva sin una saga que les ha dado mucho.
Futboleros y moteros se van a dar la mano para disfrutar con los amigos de Cholo, con aquellos que arriesgan por igual vida y patrimonio para hacer realidad su sueño. No es fácil ser piloto en los tiempos que corren y cada carrera es un riesgo.

Seguro que estará Sus padres, sus hermanos, su viuda, sus hijos, sus amigos... todos va a estar y solo faltará Cholo. Aquel que llegaba siempre el primero ahora tendrá que disfrutarlo desde el cielo.
Su vida pasó deprisa. Murió a los 38 años sin cumplir todos sus sueños. Dejó una gran familia y mucho dolor. María José sigue esperando a Cholo cada día y sus pequeños, Miguel Ángel y Daniel saben que su papá cuidará de ellos.
Nunca fue piloto  profesional y nació en una familia de futbolistas. Corría para divertirse y allá donde había una buena carrera aparecía para vivirla y disfrutarla. Motos y coches, daba igual, siempre el motor como protagonista.
La Villa de Huércal que le vio nacer le lloró y le recuerda con gran cariño. Ha dejado una profunda huella y sus amigos del alma no la van a borrar por muchos pasos que den por la línea de meta.