La Federación Almeriense de Fútbol, FAF, repite el modelo que tan buenos resultados le dio en fútbol sala. El pasado sábado se concentraron en el Complejo Tito Pedro los finalistas del fútbol siete para ir elevando al cielo los trofeos de vencedor y colgar todas las medallas que llegaron en cajas desde la casa de nuestro balompié.
La idea va encaminada a estrechar lazos entre los clubes y que se conozcan mejor compartiendo un buen rato de nervios y emoción sus muchachos en el campo y las aficiones en la grada. Todo salió a pedir de boca y el Complejo Deportivo fue un carrusel de ganadores y derrotados que se iban confundiendo con los nuevos aspirantes y el relevo en la grada de padres y amigos.
Los hombres de la Federación salieron contentos de la gran cita y en el campo del Pavía nada les faltó a los contendientes para disfrutar de un bonito día de fútbol formativo a gran escala. Todo fue según guión establecido.
Un preciado trofeo
Sin ser del prestigio del campeonato de Liga, los equipos en los últimos años se han abonado a la Copa Federación que siendo el segundo torneo doméstico gana nivel a medida que crece la competitividad. Esta edición se ha visto completa en su cuadro de las primeras categorías formativas y se pudo comprobar que la provincia está bien representada a nivel de canteranos cuando la selección sale a competir. Niños y niñas se dieron la mano en una bonita fiesta que tuvo vencedores y vencidos como pasa en el deporte.
Cuadro de honor
Los prebenjamines abrieron la fiesta con siete goles entre Aguadulce y Los Molinos. Luego en benjamines levantaron la Copa: Puerto de Roquetas y Huércal. Los alevines de fútbol 11 tuvieron en el anfitrión Pavía al ganador mientras que en fútbol siete fueron Loma de Acosta y la Mojonera los grandes vencedores.
El la categoría cadete el Zapillo Atlético fue vencedor y en chicas Vícar Cultural. Roquetas ganó el título de la Preferente Benjamín.
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