Almería 1 Córdoba 1

El Mediterráneo sigue siendo un mar cargado de puntos en el que pescan todos los equipos, aunque éstos sean inferiores a los rojiblancos. Ayer le tocó el turno al Córdoba y la sangría no se corta. Desde el pitido inicial el Almería puso toda la carne en el asador para intentar ponerse en ventaja y sembrar dudas en un Córdoba bastante temeroso. El balón es para los locales mientras que los visitantes se cierran con orden y buscan a Fede para salir a la contra. El conjunto almeriense saca partido de su mayor ambición y en el minuto 11 Ximo pone un centro de cine a Edgar para que éste adelante a su equipo con un remate sobre la marcha, que roza en un defensor.
Texeira corta un buen ataque de Hemed señalando un fuera de juego inexistente, el equipo blanquiazul se estira, Fede amaga y sólo siete minutos después llega el tanto de la igualada que vuelve a poner a los pies de los caballos al sistema defensivo local conseguido por el exterior cedido por el Valencia.
Intenta reaccionar el equipo de Francisco, se reclama un penalti por falta  Wellington, pero son los visitantes los que están más cerca del gol con un remate al lateral de la red y un cabezazo de Mike rozando el palo.
En el último cuarto se vuelve a hacer con el control del juego el Almería, pero el buen trabajo de Wellington no es culminado por sus compañeros y se llega al descanso con un susto para la parroquia rojiblanca gracias a una desastrosa colocación de la barrera al lanzamiento de una falta.

Salida en tromba Consciente de que era superior a su rival el Almería sale del vestuario con nuevos bríos y pone cerco a la meta de Juan Carlos. En el minuto uno debió de adelantarse en el marcador cuando Hemed cabeceó un centro de Wellington que despejó Crespo con el brazo, penalti de libro que se tragó un pésimo Texeira. Cinco minutos después Verza deja solo a Hemed que controla mal y se queda sin ángulo.
No le estaba gustando el técnico visitante el cariz que estaba tomando el choque y comenzó a realizar cambios buscando recuperar el equilibrio perdido.
El conjunto visitante consigue capear el temporal y llegar vivo a la última media hora. Dubarbier le había tomado la medida al autor del gol que casi no apareció en la continuación y sólo el recién entrado Ghilas molestaba a la zaga local. Pero el tiempo pasaba, el cansancio se dejaba sentir y el partido minaba hacia el empate. Pudo remediarlo Soriano, pero su remate de cabeza a la salida del quinto saque córner se estrelló en el larguero. Los cambios realizados por Francisco no dieron el fruto apetecido, sobre todo a partir de la salida de Wellington y Soriano y la cosa pudo terminar como si de una tragedia griega se hubiera tratado porque Rubén salvó un punto en el minuto 94.