A mediados de los noventa creo recordar que aparecían en el césped de la Ciudad Deportiva de Macael una manchas del tamaño de una moneda que se iban multiplicando sin cesar.
Los encargados buscaban las causas y aplicaron tratamientos de choque pero aquello no acabó bien y el terreno se iba quedando pelado como también les ocurría a otros campos de la misma categoría.
Repasando el calendario a alguien se le encendió una bombilla y pudo comprobar que antes de que aparecieran los temidos dólares en la Ciudad Deportiva los jugadores del Mármol Macael habían pasado por esos campos contaminados.
Los cuidadores del terreno de juego achacaron el mal a la transmisión del virus o el gusano (no recuerdo bien) a las botas de los jugadores. Unos las suelen limpiar con mesura y otros por contra suelen dejarlas tal y como quedan tras los partidos y hasta el próximo entrenamiento. Aquel brote se pudo controlar y no hubo otro diagnóstico que el contagio.
Ahora existen más adelantos pero teniendo el campo Anexo malo y el campo grande de lujo se puede dar que en uno de esos entrenos a puerta cerrada se contamine el césped llegado del norte de Europa.
Yo tomaría medidas ya que lo que pasó en Macael no es broma y costó muchos días de trabajo poner de nuevo a punto la Ciudad Deportiva. Yo les pasaría un cepillo a las botas por si las moscas.
Esto es como lo de las manzanas. Tu mete una podrida en una cesta de sanas que verás como no se pone buena la podrida.La hermosura no se pega señores.
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