Manolo Soler vuelve a los banquillos para ayudar a un Huércal necesitado

“Mi idea era tomarme un año de descanso después de encadenar un largo periodo en la Universidad pero la llamada del Huércal y su cantera me animaron”. Así con estas palabras resumía Manolo Soler los motivos de un regreso acelerado a los banquillos almerienses.
“No es fácil el reto pero lo que me gusta del fútbol es la dificultad para crecerme ante ella”. Valiente y decidido a la empresa ya dirige a unos jugadores que seguro le van a responder.

Situación límite

El Huércal es un club especial. Por su tradición futbolística, por su cantera y por sus instalaciones “siempre atraen a un entrenador y en la vida cuando llega el momento hay que aprovecharlo”. Se va a encontrar a un vestuario tocado anímicamente y a unos jugadores que demandan triunfos, por ello, “vamos a sentarnos y mirarnos a la cara para ver los motivos que nos han llevado a una situación de la que espero salir con ayuda de todos”.
“La directiva ha confiado en mí y espero salvar al equipo”. Peor no se puede estar ya que el equipo ha tocado fondo en la clasificación y necesita empezar a sumar de tres en tres. El estreno de Soler no fue el pasado domingo frente al Comarca del Mármol, tomó el mando de las operaciones el pasado martes y “conociendo a la plantilla y tirando de la cantera con ayuda de nuestra afición vamos a salir adelante”.

En Almuñecar

El debut del entrenador canterano será en tierras granadinas ante un equipo que marcha por la zona baja de la clasificación. A Manolo Soler le importa poco el rival ya que “tenemos que mirar nuestra situación y depender de nuestro fútbol para ganar. Ha llegado la hora de levantar el vuelo y tenemos puntos para lograr el objetivo”. Tiene todo controlado y “el Huércal se merece una situación mucho mejor y se la vamos a dar unidos”.
Toma el relevo de Cholo, un huercaleño al que no le fue bien con el equipo de su vida.