El profesor de la Escuela de Hostelería Almeraya Miguel Díaz recomienda que en las mesas navideñas presida la sencillez y elegancia, y decorarlas con productos de la tierra, además de no poner alturas que luego molestan a los comensales en las conversaciones.
Los alumnos del centro, junto con los profesores, han aportado algunos consejos y cómo hay que hacerlo paso a paso.
El comedor y el entorno influyen bastante, que junto con la mesa deben estar en consonancia con la cocina y la comida que vamos a servir.
La mesa
Debemos escoger la mesa donde quepamos todos. La vestiremos con una tela gruesa de algodón (muletón) para preservar el tablero. En caso de no disponer de muletón nos vale un antiguo mantel que nos puede hacer las veces, ya que se trata de quitar frialdad a la mesa, evitar ruidos con el material al colocarlo, y prevenir posibles accidentes que nos pueden arruinar una buena comida, con el derramamiento de una copa.
¿Qué mantel elegir?
Tiene gran importancia una mesa bien o mal montada, y cada componente del material de uso puesto sobre sobre la misma, que debe de ocupar su lugar y guardar armonía entre ellos. Una persona con sensibilidad aprecia el aspecto visual de los platos y los vinos. Un mantel inapropiado o una vajilla chillona puede romper la armonía de una mesa de gala.
Nadine de Rothchild recomienda vestir la mesa de gala con manteles blancos. Y, en su libro ‘Los buenos modales’ dice: “ Si se trata de una comida o cena para varias personas, elijo siempre manteles de damasco blanco”.
El mantel se pone bien centrado en la mesa y procurando que los picos y caídas estén por todas las partes a igual altura.
A continuación colocamos las sillas para situar el lugar que ha de ocupar cada comensal. Cuando las tengamos centradas y que entre ellas estén a la misma distancia procuramos que la distancia que debe ocupar cada comensal para tener un espacio suficiente y cómodo en la mesa sea entre 60 – 80 cm.
Ponemos los platos en la mesa, centrado con la silla y con el borde del plato en el filo de mesa, los platos pueden ser base, con decoraciones o simplemente platos trincheros (llanos) para delimitar el sitio. A continuación ponemos los cubiertos, por el siguiente orden: si lleva carne, ponemos pegado al filo del plato, en la derecha el cuchillo trinchero con la parte cortante hacia el interior y en la izquierda el tenedor.
A continuación ponemos el de pescado, si llevamos pescado, y procedemos igual que con la carne, la pala en la derecha y el tenedor en la izquierda. Para los aperitivos podemos poner cubiertos de postre, el cuchillo a la derecha y el tenedor a la izquierda. Todos los cubiertos deben ir paralelos.
Para el postre podemos proceder a ponerlos en la parte superior del plato base o del plato trinchero, orientándolos hacia el lado por el cual los cogemos.
A continuación colocamos la copa para el agua en el centro del eje del plato base y a la derecha una para vino tinto y una para vino blanco, la de cava la pondremos detrás, entre la de agua y la primera de vino.
El plato de pan lo colocaremos a la izquierda del cubierto que hemos montado a cada comensal, lo subiremos y lo colocaremos de forma que el filo inferior del plato de pan coincide con el centro del eje del plato base.
Encima del plato base podemos poner un plato de postre en caso de que los aperitivos los pongamos en platos para compartir.
Después colocaremos las servilletas, que se pueden poner encima del plato de postre o sobre el plato de pan. La forma que les demos debe ser sencilla y elegante, procurando no manosearlas, ya que será otra persona quien la va a utilizar.
Por último haremos la decoración de la mesa. Esta debe ser elegante, pero que no impida que los comensales se puedan ver. Si la mesa tiene dimensiones suficientes, podemos ponerla más extendida que alta. Si la mesa tiene un ancho de 80cm a 100cm podemos hacer un centro sencillo, que tenga un toque navideño, a modo de ejemplo podemos realizar el siguiente:
Ponemos un paño rojo lo arrugamos un poco, colocamos un plato pequeño, en el cual ponemos una vela, sobre el plato podemos poner hojas secas de cualquier árbol para taparlo y sobre el paño rojo, unas hojas frescas y unos limones para dar un toque refrescante. También podemos poner sobre el plato otros elementos de decoración navideños o también el acebo que se vende para estas fechas.
La decoración es personal, lo importante es que no moleste. Encender la vela antes de que se sienten los comensales.
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