Lo asegura la oposición en el ayuntamiento de la capital. Bueno, no toda. Ciudadanos renquea un poco. Da la impresión de que no quiere comprometerse ni con el equipo de gobierno del alcalde ni con la oposición. ¿Qué se traerá entre manos don Miguel? No es hombre que dé puntada sin hilo, por lo que algo está tramando. Ya nos enteraremos, no hay que preocuparse. Lo cierto es que la opinión pública está más cerca en esta cuestión de la oposición que de la del alcalde. El paso a nivel de El Puche viene siendo noticia negra en el tráfico de Almería desde hace más de veinte o treinta años. El paso de vehículos por esa zona es tan intenso a cualquier hora del día, que es una de las demandas más necesarias de la ciudad. En estos años nadie de Adif, ni en los tiempos del PSOE ni en los del PP, le ha dado una solución definitiva. Y así seguimos. Es una vergüenza a colgar en las solapas de todos y cada uno de los políticos que han tenido responsabilidad en cualquier administración pública almeriense, especialmente en el ayuntamiento, empezando por el desaparecido Santiago Martínez Cabrejas, Fernando Martínez López, Juan Megino López y Luis Rogelio Rodríguez-Comendador y Pérez.
Durante parte de su vida política, algunos más tiempo que otros, estuvieron al frente del consistorio con la misión y la responsabilidad de un mejor tráfico para los vehículos y los peatones. Y el paso de El Puche se iba convirtiendo cada día que pasaba en el nudo más negro del tráfico de la ciudad. No fueron capaces de conseguir de los respectivos gobiernos de Madrid una solución que se imponía cada vez con más fuerza. Y ahora nos llega Fernández Pacheco, viaja a Madrid y se viene contento y satisfecho con las promesas de Adif. Otro como los que viajaron a Sevilla, le da la mano a un preboste y se llena de gusto, de satisfacción, de alegría. ¿Cómo nos vamos a creer las promesas de alguien que nos lleva engañando desde hace siglos?
¡Exagerao! Bueno, lo dejamos si le parece en décadas. Estoy con una parte de la oposición municipal (PSOE-IU), no se pueden tomar en serio las promesas de Adif al nieto de Monterreal. Y eso sin hablar de lo que cuesta, 22 millones de euros y la forma que quiere para su abono, de lo que tendremos que escribir otro día, lo mismo que de la estación y su futuro cultural.
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