También el anuncio de Lotería

¿Han visto ya el anuncio de la Lotería de Navidad de este año? Pues la que sí lo ha visto ha sido la vicepresidenta de la Unión Democrática de Pensionistas, (el mismo nombre de la asociación ofrece ya pistas sobre el chispeante espíritu fundacional del colectivo) Paca Tricio Gómez, quien, a través de un comunicado, ha calificado esta campaña como “una falta de respeto” y una “auténtica vergüenza”, porque en su opinión el anuncio malpara la imagen de los jubilados. Por si no lo han visto, el spot (una ficción publicitaria, como han señalado desde Leo Burnett, la agencia creadora de la campaña) explica la cariñosa reacción de una familia y de un pueblo entero para complacer a una abuela que, por una confusión, creía que había sido agraciada en el sorteo. Vivimos en un país afectado por una sobredosis de solemnidad, en el que siempre habrá alguien que se sentirá en la obligación de abanderar causas contra todo y contra todos. No hay quien no sienta vulnerados sus más sacrosantos y legítimos derechos por tal o cual cosa, incluso las más nimias y leves. Y así, lo de esta asociación de combativos jubilados no es más que una muestra más de esa pulsión actual hacia la crítica global, que afecta a todos los ámbitos, a todas las edades y a todas las circunstancias posibles. Quizás los sociólogos del futuro acierten a encontrar las claves que expliquen esta permanente severidad, estas ganas de buscar constantemente los tres pies al gato -y a la gata- y a esta forma de vivir la vida con un arsenal de reclamaciones y quejas en vigilante disposición de ser expuestas. Eso sí: supongo que en un alarde de democrática coherencia, la meticulosa vicepresidenta no comprará, o, si ya los tiene, habrá devuelto o regalado los décimos que pudiera llevar del sorteo navideño, aunque por el momento no se tienen noticias de que ello haya sucedido. Nos quejamos y nos dolemos por cualquier cosa, sí, pero el dinero del Gordo no es irrespetuoso, ni tampoco vergonzante: es el sueño de todo jubilado.