El amigo informático

A las ocho de la mañana el amigo informático enciende su ordenador. Se acostó a las tres de la madrugada siguiendo un reportaje sobre robots y otros ingenios mecánicos. Esta muerto de sueño pero es igual. Nada ni nadie le apartará de su móvil y su tablet. Si piensan que lo que busca es información acerca delo que pasa en el mundo están muy equivocados. Lo que en verdad necesita es pasar el rato en el olvido. Pasan de todo. Le tiene sin cuidado la política, el hambre en el mundo, la guerra como amenaza universal. A veces la familia termina por verlo bien porque así los mayores pueden dedicarse a cosas tan interesantes como la corrupción del país. No cabe duda que esto del robo con participación de gente tan presuntamente honesta como algún juez o algún fiscal le da al relato un periodístico un mordiente de excepción. Aún así el amigo informático parece no querer enterarse de nada. Ellos a lo suyo. Su tablet para el juego, su móvil a la esperar del mensaje de turno. Y así pasan los días. Educadores, psicólogos y médicos comienzan ya a llamar la atención sobre el peligro que corremos o que corren nuestros vástagos a punto de convertirse en yonquís. Acabo de leer una cosa preocupante. Dicen que en Silicon Valley , la Jauja de la informática, los padres comienzan a temer por sus hijos. Esta adicción del móvil está convirtiendo en autómatas a los pequeños. Hasta el punto de que de que hay los educadores han tomado la determinación de llevárselos a aldeas remotas donde no existan diseñadores de móviles y otros cachivaches electrónicos.. Tanto querer divertirse con la informática ha terminado a por crear una pandilla de inapetentes culturales que da miedo. La sociedad del entendimiento y la información se está convirtiendo en el antro del olvido. Y hay quien piensa en crear asociaciones de padres para frenar el peligro del móvil del mismo modo que luchamos contra el exceso de alcohol. Comenzamos a dudar de si el ordenador ha contribuido en gran manera al aprendizaje escolar de los niños. Algo semejante puede suceder con la introducción del móvil y el tablet aunque necesitemos más tiempo para que llegue esta constatación en la escuela.. De momento nadie pone puertas al campo si bien los primeros en sembrar el pánico han sido los propios ingenieros de Silicon Valley. Tiempo al tiempo.