Instalados en polémicas estériles

Las buenas noticias para la ciudad deberían ser motivo de alegría para todos y la publicación esta semana en el Boletín Oficial del Estado de la licitación de las obras de supresión del paso a nivel de El Puche, primera obra del soterramiento en Almería, lo es. Después de más de veinte años hablando de eliminar ese punto negro de la capital y de soterrar las vías del tren, por fin lo que tantas páginas de periódico y minutos de radio ha ocupado quedaba plasmado en el BOE, que es tanto como decir que se pasa de las palabras a los hechos.
Se mire como se mire es una gran noticia para Almería, aunque algunos marxistas (de Groucho) se empeñen en rememorar aquello de “todavía no sé que me vas a preguntar, pero me opongo”, instalados en polémicas estériles para poner palos en las ruedas de los proyectos que objetivamente son buenos para la ciudad, como el caso que nos ocupa o como pueden ser otros como la reciente publicación también en el BOE de la licitación de las obras de la segunda fase de la recuperación ambiental del río Andarax y la ampliación del Paseo Marítimo, el inicio de las obras de rehabilitación de la antigua Estación de Ferrocarril o próximamente la licitación de la urbanización de la Carretera de Sierra Alhamilla.
Enredar ahora sobre si es conveniente o no trasladar provisionalmente la estación a Huércal mientras duran las obras cuando los técnicos (y los políticos) de las tres administraciones -Gobierno, Junta y Ayuntamiento- que forman la sociedad ‘Almería Alta Velocidad’ han coincidido en señalar de forma unánime que es la opción más segura, rápida y económica es, cuanto menos, surrealista. 
El año 2017 ha sido el de los proyectos y 2018 será el de las realidades y, lo vistan como lo vistan, eso es lo que tiene a algunos en un estado de canguelo permanente porque creen que cuanto mejor le vaya a Almería y a los almerienses, peor les irá a ellos.