El pasado viernes, durante la moción presentada por IU en el pleno del Ayuntamiento, el concejal popular Castellón comparó la eliminación de la calle Crucero Canarias (a propuesta del PSOE) con la desaparición de la calle Dolores Ibárruri, alegando al cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.
El Canarias bombardeó a civiles inocentes durante el trayecto de Málaga a Almería en febrero de 1937. Aquel hecho, conocido como ‘La Desbandá’, dejo por el camino entre 5.000 y 10.000 víctimas. Además, aquel crucero sembró el terror en la ciudad a lo largo de toda la guerra cuando bombardeaba sistemáticamente a la población civil: el recordado “bombardeo de la CAMPSA”, que oscureció Almería durante días, fue obra y gracia del Crucero Canarias.
Estos hechos, todos ellos probados y por los cuáles se pide su eliminación del callejero, fue comparada con la retirada de la calle que recuerda a la dirigente comunista Dolores Ibárruri, ‘La Pasionaria’. No es objeto de este artículo hacer un repaso de la vida política de la histórica líder del PCE, pero sobra decir que lo fue en una etapa legalmente constituida como fue la II República.
El concejal anunció que llevaría a pleno la eliminación de esta calle y de todas las relacionadas con la Guerra Civil para cumplir con lo establecido en la Ley de Memoria. La actitud cínica del concejal dejó estupefactos a gran parte del pleno.
Cinismo e ignorancia ante la falta de conocimiento de lo que postula la Ley. El artículo 15 dice lo siguiente: “se tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”. Por su parte, la legislación andaluza deja claro que “la exhibición pública de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones, como el callejero, inscripciones y otros elementos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública, realizados en conmemoración, exaltación o enaltecimiento individual o colectivo del golpe militar de 1936 y del franquismo, de sus dirigentes o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial, se considera contraria a la Memoria Democrática de Andalucía y a la dignidad de las víctimas”.
Lamento decirle al concejal Castellón que su proposición de retirar la calle a ‘La Pasionaria’ no ha lugar en base a los establecido por las leyes de memoria. ¿Quitaría, también, la calle a Manuel Azaña?
En cambio, en estricto cumplimiento de la ley, a Manuel Fraga se le debería retirar la Glorieta que lleva su nombre al haber sido ministro de un gobierno que firmó sentencias de muerte en las postrimerías del franquismo. Nadie lo pide. Quizás debería el edil ser escrupuloso y hacer cumplir la ley retirando no solo la calle Crucero Canarias sino también las calles y símbolos que aún quedan esparcidos por la ciudad.
No se trata de que a él le guste más o menos Dolores Ibárruri, que no fue ni golpista ni sustentó la dictadura (quizás el señor concejal desconocía estos hechos), se trata de cumplir la ley, de no aplicar la demagogia barata, de respetar la memoria de las víctimas y no hacer comparaciones absurdas y revanchistas.
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