Trece años no son nada

Una de las curiosidades que siempre me ha planteado el tema de las aulas portátiles -barracones o caracolas- en las que la Junta de Andalucía educa a diario a muchos niños andaluces es saber qué no estarían diciendo de ese tema en el PSOE si el partido que llevase gobernando Andalucía casi 40 años seguidos fuera el PP. No parece difícil adivinar que los parlamentarios, concejales y portavoces del PSOE repartidos por la provincia de Almería (líder en este tipo de barracas formativas en toda Andalucía) estarían hechos una furia hablando de vergüenza, de maltrato imperdonable, de tercermundismo educativo y de abandono por parte del gobierno andaluz. Es más, creo que hasta podrían sacar un contador de aulas prefabricadas en el que figurasen los espectaculares datos de esta pellejería educativa. A día de hoy, en Andalucía hay 233 aulas prefabricadas en la que van a clase a diario muchísimos niños que no han tenido la suerte de conocer qué es un colegio en condiciones. No sabemos lo que podrían decir los socialistas si los responsables fueran otros. Lo que sí sabemos es el edulcorado, amable y pastueño tono con el que los socialistas almerienses (temerosos de criticar a sus señoritos en Sevilla) hablan de las aulas portátiles en la Comisión de Educación del Parlamento Andaluz. De hecho, la parlamentaria socialista almeriense Adela Segura, lejos de mostrarse preocupada o abochornada por la más que evidente prueba de incapacidad del gobierno andaluz para ofrecer espacios educativos decentes a los niños andaluces, se mostró muy satisfecha de esa realidad, alabando el número de barracones desmontados. Y aunque al ritmo que van las cosas serán necesarios ¡trece años! para acabar con todas, para la señora Segura eso es “ir progresando adecuadamente”. Y lleva razón. Llevamos trece años esperando que se rehabilite la Plaza Vieja y nadie protesta. Andalucía, imparable.