La pitada con la que un grupo de pensionistas extremeños recibió a Mariano Rajoy en su visita a Badajoz es síntoma de la indignación de un colectivo al que ha puesto en pie de guerra la torpeza del Gobierno al anunciar que este año las pensiones subirán un 0,25%. Torpeza o falta de sensibilidad. Los afectados echaron cuentas y llegaron a la conclusión de que el anuncio era un burla. Y salieron a las calles.
Al rechazar la petición de recuperar el IPC como parámetro para calcular la subida de las pensiones el Ejecutivo está cometiendo un error de libro. En España hay cerca de nueve millones y medio de pensionistas. Es un segmento de población que tradicionalmente ha sido un caladero de votos conservadores. A la vista de las movilizaciones puede que la indignación se traduzca en la urnas y acabe pasando factura al PP.
Cuesta entender, ya digo, la falta de sensibilidad de quienes nos gobiernan. La ausencia de empatía con quienes dependen de una pensión: la mínima es de 639,3 euros; la media de 1.070 euros. Sorprende en personas como el Gobernador del Banco de España, un ciudadano privilegiado cuyo sueldo anual es de 186.000 euros, más del doble del que percibe el del Presidente del Gobierno. Este alto cargo en unas muy desafortunadas declaraciones reprocha a los pensionistas haber "ahorrado poco en fondos de pensiones". Linde dice que puesto que en España son muchos los jubilados que disponen de casa propia, lo que evita pagar un alquiler, los pensionistas deberían ahorrar para hacerse con lo que él llama "activos financieros".
Frente a semejante "boutade" sólo cabe echar cuentas. ¿Cuánto podría haber ahorrado el señor Linde cada mes con una pensión media de jubilación después de pagar la comida, la ropa, la luz, el agua, el gas, algunos medicamentos, etc.? ¿Se habrá parado a pensar que casi cinco millones y medio de pensionistas (51% del total) cobran menos del salario mínimo y que cerca de otro millón -uno de cada diez- cobran todavía menos?
Y no se diga que es demagogia porque este es un asunto muy serio y a las autoridades hay que exigirlas empatía para ponerse en el lugar de los más desfavorecidos, sensibilidad para entender el problema y talento para buscar una solución. Quien no lo sepa ver, lo pagará en las urnas.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/147859/cuanta-torpeza