Abandonados en el aire

En los años difíciles de la posguerra, había muchas casas donde se pasaban unas vecinas a otras el hueso para confeccionar el caldo de cocido; hoy son las partidas presupuestarias las que se va pasando el gobierno de Rajoy de un año al siguiente, pues no las gastan nunca, para seguir con el engañabobos y hacernos comer, también este año a los almerienses, una buena ración de castigo, burla y maltrato, toda vez que somos la provincia en la que menos inversión por habitante recibiremos, a pesar de que Rafael Hernando anunció que tendríamos este mundo y el otro, como los 23 M€ para la eliminación del Paso a nivel de El Puche, que no aparecen en presupuestos.

He escuchado muchas veces a nuestros mayores que en la posguerra, como pasaron tanta hambre, incluso se comían a escondidas lo que le correspondía a sus hermanos; del mismo modo, hay quienes han sacado a escondidas más tajada del reparto con los presupuestos del Estado, pero con el beneplácito de quien ha cocinado, no porque alguno de ellos pasa hambre, sino porque necesitan apoltronarse, cuanto más mejor, no sea que su hermano ideológico se coma su electorado.No hay que tener ningún máster para darse cuenta de que estos presupuestos no solucionarán nuestras urgencias en materia de infraestructuras hídricas, ni de carreteras y mucho menos las ferroviarias, pero Hernando sigue prometiéndonos a los almerienses la luna, e incluso se trae de paseo al ministro deFomento para apostillarlo, pero la luna que nos prometen parece ser aquella de la que escribía en ‘Bodas de sangre’ Lorca – a quien no dejaron ni siquiera vivir aquella posguerra –: “La luna deja un cuchillo / abandonado en el aire, / que siendo acecho de plomo / quiere ser dolor de sangre”, porque está claro, dolor y sufrimiento es a lo que nos condena Rajoy negándonos las infraestructuras que necesitamos y merecemos por justicia. No nos hagan sentirnos abandonados en el aire.