Celtiberia Show

Una recopilación con la que Carandell intentaba resumir la peculiaridad y el carácter de España

Antonio J. García
12:35 • 12 abr. 2018

Antes de convertirse en un periodista fundamental en el panorama político de la transición española, Luis Carandell, el escritor que con su inteligencia y humor hizo atractiva la crónica política, publicó en 1970 Celtiberia Show: una recopilación de recortes, folletos de publicidad y propaganda, anuncios en prensa y un sinfín de secciones más con las que intentaba resumir, a grosso modo, la peculiaridad y el carácter de una España involucionada pero, a su vez, orgullosa de mostrarse tal cual al mundo, sin filtros ni artificios.


Algunas de la perlas que podemos encontrar entre sus páginas son: “Asesino sí, pero no de personas, sólo se dedica a las mujeres” en el anuncio de una película; “Apolo, un amigo inseparable”, la publicidad de un vibrador disfrazado de masajeador “ideal para combatir arrugas” y otros usos, “dibujado con una punta científicamente redondeada”; la fotografía conmemorativa de la Primera Comunión de unos escolares publicada en un periódico de Sevilla, donde, entre la variedad de uniformes que lucen los comulgandos,  destaca en primera fila el de un tierno infante ataviado de pikoleto; o un pequeño lío con las festividades sacras que lleva a anunciar en la hoja parroquial La Circuncisión de Nuestra Señora


Entre ellas también se encuentra el ¨Saluda¨ ya impreso que  un catedrático de la Universidad de Madrid, cuyo nombre aparece convenientemente tachado, que usaba para comunicar a sus amigos “que su recomendado el alumno don… ha sido aprobado en la asignatura de…”



El  libro es, en teoría, un reflejo y crítica,  con sonrisa, a la España del franquismo y el subdesarrollo evidencia, casi cincuenta años después, lo poco que hemos cambiado. La actualidad así lo confirma.

Hay quien afirma que tras el acceso del hijo del obrero a la Universidad, los ricos inventaron los Máster con el fin de seguir manteniendo las distancias y, aunque puede que haya algo de esto, que existieran catedráticos que tuvieran impresos especiales para comunicar el haber atendido a las recomendaciones en un tiempo en el que no era rentable imprimir un documento a menos  de hacer una tirada mínima varios cientos de ejemplares, denota que en la Universidad, lo de atender a recomendaciones y enchufes, es una costumbre arraigada.



Ignoramos si al igual que la Juan Carlos I, que parece ser afín a un determinado matiz político, la de Deusto o la de Sevilla, por poner sólo unos ejemplos, puedan serlo a otras sensibilidades pero, de lo que no hay duda, y parafraseando a otro salvapatrias que: es el sistema, amigo.




Temas relacionados

para ti

en destaque