La afiliación al PSOE

Emilio Ruiz
07:00 • 20 may. 2018

La afiliación de alrededor de 600 personas a la Agrupación Municipal del PSOE de Almería en el corto espacio de unos días es uno de los hechos más tristes que se han producido en el socialismo almeriense en los últimos tiempos. No solo por el hecho en sí, que también, pues deplorable es que una persona o un grupo de personas maniobren de forma tan grosera, sino por la decepcionante respuesta que algunos cualificados responsables del partido están dando a la situación. 


Vaya por delante mi máximo respeto hacia la persona de Fernando Martínez, secretario general del PSOE local de Almería, del que he tenido y tengo la mejor referencia. Estoy seguro que este asunto o le es ajeno o le ha sobrepasado.


Es un insulto a la inteligencia de cualquier persona afirmar públicamente que se ha despertado un súbito interés por afiliarse al PSOE con el único ánimo, ahora sí, de desbancar al PP de la alcaldía. La afirmación podría ser creíble si ese súbito interés se tradujera en un cuatro o cinco por ciento de incremento de afiliación. Los números que ha hecho públicos la secretaría federal de Organización son el fruto de una trama organizada con el único y exclusivo objetivo de alterar el proceso de primarias y fijar el resultado final para que obtenga la mayoría de votos un determinado candidato. Así de simple. Por favor, que nadie cuestione esto.



 Es un insulto a la inteligencia trasladar a la opinión pública de forma sublime –porque tampoco son capaces de decirlo abiertamente- la creencia de que todo este ‘alboroto’ ha sido organizado por un grupo de comunicación, en concreto por La Voz de Almería y la Ser y por los periodistas Javier Romero y Simón Ruiz. Los periodistas lo que han hecho es lo que debe hacer un buen profesional: destapar el caso de una situación anómala que ha escandalizado a todo el mundo, incluidos los dirigentes provinciales, regionales y federales del PSOE. Siempre la vieja manía de matar al mensajero cuando pillan a uno con las manos en la masa. No me voy a resistir a reproducir unas palabras de José María Fidaldo, en el programa de nuestro paisano Carlos Herrera, el mismo día que eldiario.es informó sobre el caso de Cristina Cifuentes y ésta salió con el acta de sus notas en televisión: “Ahora lo que procede hacer es coger al director de este periodicucho y meterle en la cárcel”. Válgame Dios... ¡Pues hagamos eso con Javier Romero y Simón Ruiz!


 Estamos viendo estos días cómo algunos cargos institucionales y orgánicos del PSOE de Almería se lamentan públicamente del ‘daño que se le hace al partido’ por hacer público este hecho. El daño lo hacen quienes son capaces de organizar, aceptar o justificar maniobras de este tipo para pervertir un proceso, el de primarias, que tanta ilusión despierta en tanta gente. El daño se lo hacen quienes quieren trasladar como un acto de normalidad lo que es un acto anómalo. No me explico cómo personas que siempre he considerado, y considero, serias tienen la desfachatez de ilustrarnos en las redes sociales en el recuerdo de que ‘la afiliación a un partido político es un derecho constitucional’. Por favor, que no somos niños… 



No sé en qué quedará finalmente este asunto. Y, además, voy a ser un poco ‘borde’: tampoco me interesa demasiado, perdone el lector por la rigidez de la afirmación. Ni en las primarias ni para la alcaldía voy a votar a Pérez Navas, Adriana Valverde o Perfecto Herrera. Por una simple razón: mi municipio no es Almería. Es un tema que no me afecta. 


La única relación con el tema es en mi condición de opinador, y en esa condición es en la que actúo con esta columna. Y en esa misma condición es en la que creo que el PSOE federal debería paralizar el censo de afiliados con derecho a voto a los momentos previos a esa afiliación masiva. No basta con eliminar 200 ó 300 altas. Tan solo 100 altas son suficientes para alterar el proceso de forma fraudulenta.




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