Con la corriente iniciada contra el trofeo taurino entregado por el Colegio de Médicos de Almería el Quite Providencial me resultaba extraño que no surgieran detractores de este movimiento, es por ello que no fue ninguna sorpresa leer ayer el artículo de opinión de Juan José de Torres titulado “El Colegio de Médicos de Almería, ejemplo de ética”. He de reconocer la intriga desmesurada que me suscitó el título, a la par que breve.
Como firmante de dicho escrito considero vital darle una réplica. En su artículo expone haciendo referencia a la reseña de Emilio Ruiz “su referencia a la ética deja claro que no sabe, ni por aproximación, de qué habla.” pues si nos remontamos a aclarar conceptos según la RAE podemos definir ética como “Conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores.” siendo solo el primero de los desaciertos que encuentro en su escrito.
Defender la vertiente médica de dicho premio porque el primero fue concedido al equipo de médicos de la plaza cuando los cinco restantes han sido otorgados a toreros, más que ser un argumento a su favor, constituye un claro ejemplo de la cortina de humo que se creó en un inició. Una artimaña para confundir a todos los colegiados y evitar el movimiento que al final ha surgido… Aunque ni siquiera nos sirve como falacia puesto que tirando de hemeroteca “El diestro Jesus de Almería ha sido premiado por el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Almería con el galardón al mejor «Quite Providencial» de la pasada Feria de Almería, por el quite realizado en la tarde del día 29 de agosto 2014.” además citaba Francisco José Martínez Amo: “este Trofeo Taurino está constituido desde el año 2014. El propósito de este reconocimiento es premiar la mejor acción, que tenga lugar dentro del coso taurino”.
Más allá de todo lo anterior, me ha resultado francamente molesto su artículo por la acusación realizada “me gustaría comprobar si hay alguno de los firmantes que renuncia a la productividad en función de la ética hipocrática de procurar el beneficio del otro o es más importante o prioritaria la defensa animal que la de sus pacientes”. Es indignante usar una movilización en particular para acusarnos de falta de compromiso con nuestros pacientes.
Para su información existe la remota posibilidad de tener más de una inquietud moral… Me resulta frustrante como continuamente cuando un sujeto toma una actitud proactiva en la defensa de un sector siempre hay alguien para subrayar lo que no hace: Si alguien se manifiesta contra el cambio climático le recriminaran que no se preocupa por los animales en peligro de extinción, si tratamos de salvar los osos polares nos reprocharan que hay niños que se mueren de hambre, si nos movilizamos por los niños de África seremos insensibles porque en nuestro país hay gente que también tiene necesidades… y así hasta conseguir que nos quedemos callados en el sofá de casa sin levantar ampollas y ahogando nuestra conciencia social. Parece que en lugar de usar ese empuje para sumarnos o buscar nuestra propia iniciativa con objetivo de mejorar ya no la sociedad, sino el planeta, es mucho más fácil criticar al vecino para tener una justificación con nosotros mismo para sentirnos menos mediocres.
Soy médico, antitaurina, y evidentemente me parece fatal la subasta de medicamentos entre otros miles de problemas a nivel mundial.
En resumen, si para usted dicha subasta constituye su principal preocupación (de la que imagino quizás incluso tenga una visión más global que yo) le animo a movilizarse y luchar contra ello, de hecho contará con mi apoyo y seguro con el de muchísimos compañeros, pero solo le pido que no lo haga a costa de desprestigiar otras causas.
Sumemos para ser el cambio.
Este artículo de opinión se envía como réplica al publicado y firmado por Juan José de Torres.
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