No pongo en duda que Hortiespaña lo esté haciendo bien, más que bien, y que su trabajo esté beneficiando a la agricultura española, incluida la del invernadero, pero si analizamos los datos que nos ofrece el sector almeriense vemos que el agricultor no sale tan beneficiado como nos podría dar a entender el nombre de la campaña de Hortiespaña: “Lo estamos haciendo bien”. Reitero, es posible que lo estén haciendo bien, quizás hasta muy bien, maravillosamente bien, pero los resultados no los ven los agricultores almerienses. Es posible que las empresas agrícolas, las cooperativas, las alhóndigas y otras que dependen del trabajo de los invernaderos estén viviendo unos momentos satisfactorios, y que ellos puedan sentir en sus carteras económicas que Hortiespaña lo está haciendo bien, muy bien, maravillosamente bien. No es esa la sensación que se percibe dentro de los invernaderos almerienses entre nuestros agricultores. Es posible que los directivos de Hortiespaña nos digan que ellos no pueden entrar en la guerra de precios que se vive en los mercados nacionales y europeos y que afecta preocupantemente al sector agrícola bajo plástico, que su trabajo es vender la imagen de la agricultura de toda España, su proceso de producción y la calidad de nuestros productos. Y que desde ese punto de vista “lo estamos haciendo bien” colma las expectativas de la organización agrícola española. Pues todos contentos. Pero no deja de ser lamentable que todo ese trabajo tan bien hecho por parte de ustedes no esté beneficiando a los más débiles dentro del sector, a esos pequeños agricultores que mantienen viva la imagen de una empresa familiar que ha sido sobre la que se ha asentado la agricultura llamada de primor en su tiempo. Me alegro de que “lo estamos haciendo bien” y es de esperar y de desear que en algún momento, ojalá sea cuanto antes, podamos lanzar a los cuatro vientos de esta provincia que los agricultores también son los grandes beneficiarios del trabajo de una organización como Hortiespaña.
Una pregunta que se hacen los agricultores ¿y quién se preocupa de los precios de los tomates, de los pepinos que se están tirando por su bajo precio estos días? ¿Quién? Los sindicatos levantan la voz, los políticos callan, la sociedad mira para otro lado y Hortiespaña: “lo estamos haciendo bien”. Que así sea.
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