A la hora de escribir estas líneas es noche cerrada en la isla de Upolu, en Samoa. Allí, en un promontorio que mira al mar, está enterrado el escritor británico Robert Louis Stevenson, autor de libros que me hicieron viajar antes de que el mundo entero nos cupiera en el móvil. El novelista abandonó su brumosa Escocia y se retiró a esa isla perdida en el Pacífico para olvidarse de casi todo, salvo de su pasión por escribir. “Tusitala” (en lengua nativa “El hombre que cuenta historias”, es su único epitafio).
Escribió Stevenson que la memoria era perfecta para olvidar las cosas y a mí me gustaría que me pasara lo mismo, pero por desgracia en mi teléfono no sólo llevo la cartografía mundial, sino también la hemeroteca de la última década. Por eso no puedo dejar de recordar el festival de jajás y jijís que despertó entre parte de la clase política almeriense una idea del que era Alcalde de Almería en 2015, el popular Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, que proponía crear una línea de bus entre Almería y Granada para que los almerienses pudiéramos tomar el AVE a Madrid desde allí cuando llegase ese tren. Marchando unas tapitas de hemeroteca: el PSOE dijo que era “una ocurrencia y una chapuza”; Izquierda Unida lo tildó de “genialidad que sólo ha conseguido irritar aún más a los almerienses”; el consejero de Fomento del PSOE lo definió como “una mala broma” y a la Mesa del Ferrocarril casi le da un soponcio por hiperventilación. Podría seguir, pero hasta aquí la ronda. Cuatro años después, el AVE ha llegado a Granada.
¿Y cuál es la fórmula que nos proponen para enlazar desde Almería y tomar el AVE? Pásmense: un autobús, un madrugón ferroviario o hacer hora y media de conducción temprana. Les propongo que busquen alguna crítica por parte de los mismos a los que esa solución les parecía infame hace cuatro años. No encontrarán nada. Todo lo contrario. Hasta la Mesa del Ferrocarril del PSOE lo asume con normalidad. Lo dicho: no hay cosa más incómoda que tener memoria.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/173259/el-fastidio-de-tener-memoria